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Luego de que Jorge Gómez Pinilla, columnista de El Espectador, recibiera una citación a interrogatorio por la querella por injuria que presentó en su contra el abogado Abelardo de la Espriella, la Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP) envió una carta a la Fiscalía General de la Nación en la que rechaza la forma y algunas expresiones utilizadas en la carta.
En su columna del pasado miércoles, Gómez Pinilla explicó que recibió la citación programada para el mismo día en el que publica su columna semanal. En la citación, la Fiscalía aseguraba que era de “urgente” y que era la última oportunidad para presentarse. Por eso, el periodista expresó que “no es fácil entender por qué la PRIMERA citación a una simple audiencia de conciliación constituye “última oportunidad”, pero basta continuar la lectura para constatar que el tono amenazante se mantiene”.
La citación de la Fiscalía también señala que “en caso de no llegar a un acuerdo voluntario con la víctima, deberá comparecer acompañado de un profesional del derecho, a fin de ser asistido en diligencia de interrogatorio de parte”. Y añade: “Su no comparecencia se deberá justificar con documentación en original para poder corroborar (…) se le mandará conducir ante estrado judicial, a fin de adelantar diligencia penal. Se hará conducir por los uniformados de la Policía Nacional”, esto último en negrilla y mayúscula.
Después de que Pinilla diera a conocer la citación, la FLIP envió una carta a la Fiscalía en la que afirma: “La falta de claridad de la citación y su tono agresivo crean una situación de inseguridad jurídica que va en contra de las reglas más básicas del debido proceso. Este derecho, atado fuertemente al principio de legalidad, exige la observancia de la plenitud de las formas de cada proceso por parte de las autoridades y la posibilidad de que el vinculado al proceso tenga total claridad sobre el estado actual del trámite”.
El documento de la FLIP también señala que al Abelardo de la Espriella ser una figura pública, “debe saber que necesariamente tiene que ser más tolerante al escrutinio y a la crítica de sus acciones y de sus palabras”. Aun así, continúa la fundación, “ha optado por recurrir al acoso (…) acoso del que la justicia no puede ser cómplice”. Por último, la Fundación para la Libertad de Prensa insiste en “llamar la atención sobre el peligro del uso de los procesos por injuria y calumnia como forma para censurar a la prensa e intentar limitar libertades”.
La situación empezó cuando Gómez Pinilla publicó, en junio de 2017, la columna “Ante la ‘cagada’ de Uribe en Atena”, en la que hablaba sobre el portal web Los Irreverentes y aseguraba que “es una página sin dirección conocida ni responsable legal, dedicada a calumniar y denigrar de todo lo que no sea uribista. Se dice que es financiada por Abelardo de la Espriella y cuenta con su orientación informativa, la cual comparte con Iván Cancino y José Obdulio Gaviria”. Tras la publicación de esa columna, de la Espriella demandó a Gómez por injuria.