Por fuga de Aída Merlano van nueve funcionarios sancionados

Ministra de Justicia pidió la renuncia del director del Inpec, mientras la Procuraduría abrió investigación contra ocho funcionarios. Imágenes del centro médico comprometen al odontólogo que la atendió, quien resultó ser un militar retirado.

Redacción Judicial
03 de octubre de 2019 - 03:02 a. m.
Por fuga de Aída Merlano van nueve funcionarios sancionados

Cumplidas 24 horas desde que Aída Merlano se dio a la fuga, durante una cita odontológica en el norte de Bogotá, no había rastro de la excongresista. La Policía aumentó la recompensa por información que lleve a su captura a un tope de $50 millones, pero, en esas 24 horas (y contando), nadie la delató. Se hizo un “plan candado” para detectar si trataba de moverse en bus o avión, pero la excongresista no fue hallada. “Esta señora, privada de la libertad, se ha burlado de la sociedad colombiana, del sistema de justicia y del ordenamiento jurídico de manera inaceptable”, señaló la ministra de Justicia, Margarita Cabello. Razón no le faltaba.

::¿A quién beneficia la fuga de Aída Merlano?::

El escándalo que suscitó la huida de Merlano, condenada hace tres semanas a 15 años de prisión por delitos electorales, es una tormenta que no cesa. Pasado el trago más amargo —que el Inpec admitiera que una sentenciada bajo su custodia se voló—, vinieron los pañitos de agua tibia que suelen ponerse en estas ocasiones. La ministra Cabello pidió la renuncia del director del Inpec, el general William Ruiz, y removió de sus cargos a la directora y la subdirectora de la cárcel El Buen Pastor de Bogotá, donde Merlano pagaba su condena, Diana Muñoz y Katherine Lozano, respectivamente. Pero de Merlano, ni la sombra.

“Ni el Gobierno, ni yo como ministra de Justicia, permitiré que este tipo de situaciones se repitan”, manifestó enfática la alta funcionaria, sin revelar todavía cuáles serán las medidas estructurales que adoptará esta cartera para evitar de nuevo un escenario de estos. Uno de los sindicatos del Inpec denunció que a la política barranquillera, a pesar de que fue sentenciada recientemente, le redujeron el nivel de seguridad con que debía moverse. Ello explicaría por qué, en el centro médico donde la atendían, había apenas una dragoneante y un conductor con ella. La Fiscalía y la Procuraduría investigan.

La Procuraduría tomó decisiones poco después de hacerlo la ministra. Abrió investigación y suspendió por tres meses a ocho funcionarios, entre ellos la directora Muñoz, la subdirectora Lozano y el comandante de custodia y vigilancia, David Alexánder Álvarez Cárdenas. Este último, reveló El Espectador, también tenía en su contra denuncias de mujeres dragoneantes por acoso sexual. Igualmente fueron sancionados Julián Segundo Pérez, inspector jefe, y los dragoneantes Juan Carlos Becerra Cruz, Diana Montoya Ramos, Luis Alejandro Ballesteros Rincón y Yudit Natalia Espinoza Gil.

“La Procuraduría busca establecer las razones que habrían llevado a cambiar el nivel de seguridad de Merlano Rebolledo de 1 a 2, lo que implicó que su desplazamiento al Centro Médico de la Sabana, donde estaba previsto que cumpliera la tercera cita de un proceso de rehabilitación oral, no estuviera acompañado de Fuerza Pública y un grupo operativo, como venía ocurriendo hasta el mes de mayo. También se investigan las razones que habrían llevado al inspector jefe de El Buen Pastor a cambiar, sin que existiera una orden escrita, al conductor y la dragoneante que acompañaban a la excongresista desde su salida del penal”, señaló el organismo.

Después de conocerse, confirmado por su abogado defensor Bladimir Cuadro, que Merlano tenía una diligencia con la Fiscalía para negociar una posible cooperación judicial —programada para la tarde en que huyó—, su escape contiene implícito un gran interrogante: ¿quiénes podrían beneficiarse con su ausencia? Si ella no delata a nadie, los principales aventajados con esta situación serían las personas que, según el fallo en su contra de la Corte Suprema, habrían sacado provecho de la misma “organización criminal” que la llevó a ella a ganar un escaño en el Senado en 2018: el senador Arturo Char y el representante Laureano Acuña.

En esa lista figuran también su segundo esposo, Carlos Rojano Llinás; la diputada Margarita Ballén; los concejales Aissar Castro, Vicente Támara, Juan Carlos Zamora, Jorge Rangel y Adalberto Llinás; el poderoso empresario barranquillero Julio Gerlein -hermano de Roberto Gerlein-, Edwin Martínez Salas, José Manzaneda, Yahaira Calle, Adriana Blanco, Eveling Carolina Díaz, Lilibeth Llinás y Ana Niebles. Todos estos nombres fueron enviados por la Corte Suprema a la Fiscalía, con sus respectivos soportes, para que se investigue si tuvieron participación en la maquinaria electoral que, con maniobras ilegales, llevó a Merlano al Congreso.

El video clave

Entre las pistas con que cuentan las autoridades están las imágenes reveladoras de las cámaras de seguridad del centro médico en el que Merlano era atendida cuando escapó, las cuales reveló Blu Radio en la tarde de este miércoles. Lo primero que salta a la vista es la cantidad de gente que había en el consultorio odontológico, aparte de la excongresista y del profesional dental que, en teoría, le hacía un diseño de sonrisa. En teoría, según los protocolos del Inpec y por tratarse de una persona privada de la libertad, ahí no podía haber nadie. De eso, se supone, debía asegurarse la dragoneante del Inpec que la acompañaba.

Aun así, en el consultorio estaba un hombre de camisa azul y pelo blanco, que le sujetaba la mano izquierda a Merlano mientras el odontólogo hacía su trabajo. Hasta ahí, en medio de todo, no se ve nada del otro mundo. Está también un hombre joven con un saco oscuro y una camisa blanca y una mujer joven vestida de negro con una chaqueta blanca. Lo que los videos develan después es cómo se ejecutó el plan de fuga de la excongresista: ella ya no luce el pantalón azul oscuro con que la transportó el Inpec, sino uno blanco. Tiene la chaqueta blanca que, al parecer, era de la mujer que la acompañaba.

De un bolso negro pequeño sacó la cuerda roja con la que descendió del tercer al primer piso. La amarra, mira hacia abajo, habla con la mujer. Luego aparecen en escena de nuevo el hombre joven y el odontólogo (este aún con su indumentaria), organizan algo más y se despiden. El odontólogo le da un sentido abrazo a Merlano y se pone en la tarea de recoger cosas del consultorio, como si limpiara. Después se le acercan el hombre y la mujer jóvenes que la acompañaron todo el tiempo y que, se supone, son sus dos hijos —esta información no ha sido aún confirmada por completo—. Le hablan, la besan en la frente y se van.

(También: Odontólogo que habría ayudado a Aída Merlano a escapar es oficial (r) del Ejército)

Merlano toma la cuerda roja y sale por la ventana. Otras cámaras del centro médico, cuyas imágenes fueron reveladas el mismo martes de la huida, la muestran caer aparatosamente, es auxiliada por dos transeúntes y un vigilante y, al final, se monta en una moto que la esperaba y huye. Del odontólogo que la atendió se supo que su nombre es Javier Cely Barajas, todavía no tiene investigación formal en su contra y, confirmó este diario, es teniente coronel (r) del Ejército, donde llegó a dirigir la Dirección de Sanidad hasta 2016, cuando se retiró para luego crear una clínica estética con su esposa. Las indagaciones en su contra continúan.

Por Redacción Judicial

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