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¿Quién es "el zar de la chatarra" que se les "voló" a las autoridades?

Al interior de la Fiscalía y la Policía hay preocupación y molestia porque se filtró la información y se cayó el operativo que desde hace un mes habían montado para capturar a este hombre, quien al parecer logró escapar.

Santiago Martínez Hernández
17 de marzo de 2015 - 05:48 p. m.
¿Quién es "el zar de la chatarra" que se les "voló" a las autoridades?

Desde hace un mes la Fiscalía y la Policía controlaban las comunicaciones y movimientos de James Francisco Arias Vásquez, el denominado “zar de la chatarra” y señalado de ser el presunto cerebro del cartel de las devoluciones ilegales de IVA (impuesto al valor agregado) que se cobraron entre 2007 y 2009. Todo estaba listo para efectuar su captura este martes. Sin embargo, el operativo fracasó, al parecer, porque la información se filtró y Arias Vásquez logró “salir de viaje”. Fuentes cercanas al proceso manifestaron que estas fueron las palabras que les dijo la esposa del empresario a los investigadores de la Policía Judicial Especializada Económico Financiera (PEF) de la Fiscalía y agentes de la Dijín que llegaron hasta su casa en Bogotá.

El enojo y la molestia que se desató entre las directivas de la Fiscalía y la Policía no eran para menos. El pasado sábado en un evento en Neiva, el presidente Juan Manuel Santos le notificó al país que en el transcurso de esta semana se daría uno de los golpes más importantes contra la corrupción en Colombia. Aún se desconoce si el “zar de la chatarra” salió o no del país. Lo más grave de este caso, es que Arias Vásquez sería la piedra angular de las pesquisas que por más de cuatro años han adelantado las autoridades en la lucha por desarticular redes dedicadas al contrabando y a realizar operaciones fraudulentas en el recobro del IVA. Un negocio que, según cifras de los investigadores, supera los $300.000 millones.

James Francisco Arias Vásquez es denominado “el zar de la chatarra” porque durante los últimos siete años ha liderado el negocio de exportación de estos materiales. Según publicó el diario La República, los balances financieros de sus empresas –Comercializadora Internacional (C.I.) Mundo Metal y C.I. Metal Comercio– evidencian que al año mueve más de medio billón de pesos. Además, según los reportes entregados a la Superintendencia de Sociedades, sus ganancias superan lo que ganan los otros seis competidores más importantes del mercado.

Un ejemplo de esta situación fueron los registros en 2012, donde la firma de Arias C.I. Mundo Metal reportó ganancias por $338.335 millones, mientras que C.I. Metal Trade, C.I. Metales La Unión, C.I. Almaseg, Lito S.A., C.I. Excedentes y Metales, y C.I. Recyclables sumaron entre todos $242.213 millones. James Arias logró abrirse camino en el comercio de la chatarra desde octubre de 1992 cuando fundó C.I. Mundo Metal, con un capital de $200 millones. Desde esa época empezó a consolidarse en un negocio bastante rentable. Y es que sólo en cifras, por la venta de un kilo de acero o hierro (chatarra ferrosa) se está pagando entre 650 y 700 pesos –por una tonelada el valor crece en tres ceros–, mientras que el kilo del cobre, aluminio, plomo y estaño (chatarra no ferrosa) se vende a $13.000 y la tonelada puede llegar a los $13 millones.

La C.I. Mundo Metal entró en liquidación en 2011. Ese mismo año, cuando le renovaron la matrícula, reportó activos por $77.163 millones. Su otra empresa, la C.I. Metal Comercio nació en 2008 con un capital de $2.000. El crecimiento de James Arias Vásquez fue exponencial. Es uno de los principales exportadores de chatarra no ferrosa a China y, según la información de sus comercializadoras internacionales, tiene una flota de 500 embarcaciones, alrededor de dos millones de contenedores, centros de acopio en Bogotá, Cali, Medellín, Bucaramanga, Santa Marta, Cartagena y Barranquilla, y su operación llega hasta 130 países.

Pero la Fiscalía le sigue el rastro al zar de la chatarra desde 2011. El 13 de julio de ese año fue capturada Blahca Jazmín Becerra, una exfuncionaria del DAS que consolidó una estrategia para darle vicio de legalidad al recobro ilegal del IVA que se hacía a través de facturas ficticias de compra y venta de productos de exportación como textiles, chatarras y metales. Ella aceptó cargos, recibió una condena de 17 años y empezó a colaborar con la justicia. Sus declaraciones han permitido procesar a más de 62 personas –de las cuales 41 han aceptado su responsabilidad –. En su lista de colaboración aparecía de último el nombre de James Arias.

Según ha contado Blahca Jazmín Becerra, en el desfalco a la DIAN participaron grandes empresas que se dedicaban a exportar chatarra. Al parecer, entre ellas estaban decenas que nada más existían en el papel y tenían relación con Arias Vázquez. Para las autoridades este hombre era uno de los socios principales de Becerra, quien entre 2007 y 2009 fue asesora tributaria de la C.I. Mundo Metal y la C.I. Metal Comercio. Precisamente, durante los años en los que se habrían gestado los recobros ilegales del IVA. De esta manera la Fiscalía rastreó las operaciones comerciales de James Arias Vásquez y, al parecer, se encontró que muchas de éstas eran ficticias y que también se habrían evidenciado delitos relacionados al contrabando.

Entre la pesquisas, las autoridades verificaron que las compras de chatarra a algunos proveedores se hicieron a través de identidades falsas, de personas que estaban muertas, de indigentes o personas que nada tenían que ver con el negocio. Según El Tiempo, hay dos personajes que serían los encargados de realizar estas ‘vueltas’: Juan Carlos Quevedo y José Aldemar Moncada. Este último estaba vinculado con Metales Medellín, Comercializadora Almetales y Fundalcert y, tras ser capturado, aceptó cargos por concierto para delinquir, falsedad en documento, fraude procesal y peculado por apropiación. Además, precisaron que Moncada admitió que se crearon varias comercializadoras internacionales para legalizar esos trámites falsos.

Por ahora se acerca la segunda fase en el caso de corrupción en la DIAN. Contra las cuerdas está el hombre que en los últimos años manejó el 60% del negocio de la chatarra. Para la Fiscalía hay pruebas para procesar a James Arias Vásquez por las irregularidades en el cobro de devoluciones del IVA y otros temas de contrabando. Por estos hechos ya han caído más de 20 exfuncionarios de la autoridad aduanera que trabajaban en el Grupo de Radicación, en la Secretaría General, en el Grupo de Fiscalización, en el Grupo de Devoluciones y en el departamento de sistemas.

El modus operandi evidenciado permitió establecer los lazos entre los funcionarios y empresarios. Blahca Jazmín era el eje de todos. Primero, las comercializadoras internacionales radicaban las solicitudes de devolución del IVA. De ahí, un empleado de la DIAN que pertenecía a la red realizaba las visitas para comprobar que los papeles y las facturas ficticias estaban en regla. Finalmente, quedaban listos los informes que daban el visto bueno para tramitar el recobro. Era tan precisa la operación, que se manipularon los sistemas informativos de la entidad para evitar que los expedientes viciados terminaran en manos equivocadas.

El anuncio del presidente de destapar la red de corrupción, al parecer, quedó en veremos. James Arias Vásquez se les adelantó a las autoridades y su paradero es incierto. No se conocen aún las determinaciones que tomará la Fiscalía. El Espectador conoció que, pese al infortunio ocurrido en el operativo contra el “zar de la chatarra”, el ente investigador arrestó a otros de los implicados en este episodio. Las pérdidas del Estado parecen exorbitantes y la purga que se está dando al interior de las entidades espera disminuir el riego de que la corrupción siga desfalcando los bolsillos de todos los colombianos.

 

smartínez@elespectador.com

Por Santiago Martínez Hernández

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