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Testigo clave del caso Palacio, libre

El riesgo de que Bernardo Garzón Garzón se vuelva a escapar del alcance de la justicia es enorme

Redacción Judicial
06 de septiembre de 2016 - 03:48 a. m.
La toma del Palacio de Justicia la hizo el M-19 en noviembre de 1985. / Archivo El Espectador
La toma del Palacio de Justicia la hizo el M-19 en noviembre de 1985. / Archivo El Espectador

El riesgo de que Bernardo Garzón Garzón se vuelva a escapar del alcance de la justicia es enorme. En 1991 este sargento viceprimero del Ejército, que había trabajado en los años 80 en el Comando de Inteligencia y Contrainteligencia con el entonces coronel Iván Ramírez Quintero, se presentó en la Procuraduría y detalló como desde esa unidad militar se habían llevado a cabo secuestros y desapariciones de guerrilleros, incluido el caso de Irma Franco en el Palacio de Justicia. Cinco años después, sin embargo, se retractó. Luego huyó. En enero de 2014 fue detenido y, ahora, por una razón de forma y no de fondo, Garzón recuperó su libertad. 

Garzón fue arrestado en Cali el 30 de enero de ese año, luego de que la Corte Suprema de Justicia, en 2010, le hubiera pedido a la Interpol emitir una circular roja en contra suya. Al final fue detenido en territorio nacional, pero al momento de su captura él mismo explicó que después de salir del Ejército se había radicado en España como comerciante de vehículos y que había decidido regresar a Colombia el mismo año en que estaban pidiendo ubicarlo en el exterior. Apenas fue detenido, Garzón advirtió que él no tenía nada que decir con respecto a las desapariciones del Palacio de Justicia o de cualquier otro crimen.

Hace 25 años, sin embargo, su versión era otra muy diferente. En ese momento, le confesó a la Procuraduría que desde el Comando de Inteligencia y Contrainteligencia, que hacía parte del batallón Charry Solano, se había planeado y ejecutado el secuestro de Amparo Torcedillas, compañera sentimental de un comandante del Epl, cometido en abril de 1989. Declaró que, dos años atrás, se había hecho la misma operación con la activista política del M-19 Nydia Erika Bautista, hoy símbolo de la desaparición forzada. El exintegrante del M-19 José Cuesta también ha contado cómo Garzón infiltró al M-19 y posteriormente secuestró y torturó a Guillermo Marín en 1986 y en 1988, y al propio José Cuesta.

En el caso del Palacio de Justicia, por el que estaba privado de la libertad, es considerado por la Fiscalía como un testigo clave en contra del general (r) Iván Ramírez, quien ya fue absuelto en primera instancia porque, según el juez, las evidencias presentadas daban indicios pero no eran contundentes. En los años 90, el sargento (r) Garzón Garzón testificó que hombres bajo el mando del general (r) Ramírez habían desaparecido a Irma Franco, integrante del M-19 que participó en la toma del Palacio de Justicia. En otros procesos del Palacio, como el del general (r) Jesús Armando Arias Cabrales, para los jueces las evidencias siempre han sido suficientes para considerar que Irma Franco fue desaparecida de manera forzosa por miembros del Ejército. Garzón, se suponía, era es eslabón perdido que contaría la relación de Ramírez con ese crimen.

Ahora, sin embargo, Garzón recuperó su libertad. Para el juez de su caso, la Fiscalía dejó vencer los términos con que contaba para llamarlo a juicio; Garzón llevaba detenido dos años y siete meses. Él, hasta la fecha, ha insistido en que no tiene nada que revelar con respecto al Palacio y desde que se retractó en 1996, no ha cambiado de postura.

Por Redacción Judicial

 

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