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Colombia recuperará un millón de hectáreas degradadas

Siete países latinoamericanos junto a organizaciones internacionales se comprometieron a invertir US $365 millones para restaurar 20 millones de hectáreas.

Pablo Correa
07 de diciembre de 2014 - 10:03 p. m.

Hoy se presentó en Lima, donde se lleva a cabo la Cumbre de Cambio Climático, la Iniciativa 20x20, un esfuerzo liderado para llevar 20 millones de hectáreas de tierras degradadas a la restauración para el 2020. Esta extensión de tierra supera el territorio que ocupa Uruguay.

El ambicioso proyecto cuenta cuenta con el respaldo de cinco inversionistas que prometieron invertir hasta US$365 millones de nuevo financiamiento para apoyar los esfuerzos de restauración de tierras en la región. La Iniciativa 20x20 es apoyada por el World Resources Institute (WRI), el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza(CATIE) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

“A través de la Iniciativa 20x20, los países y programas en la región trabajarán con centros de investigación líderes y el sector privado para restaurar las tierras degradadas, lo que resultará en la captura de carbono, reforestación, agricultura más productiva, deforestación evitada y mejora de las fuentes de sustento”, comentaron hoy los voceros.

Se trata de un proceso lento que irá más allá de 2020, y aunque sus promotores no esperan tener bosques saludables para esa fecha si prometieron iniciar el proceso cuanto antes. El proyecto se enmarca en el compromiso internacional conocido como el Reto de Bonn, la meta global de llevar a 150 millones de hectáreas de tierra degradada a la restauración para el 2020.

Las 20 millones de hectáreas estarán distribuidas de la siguiente manera: México (8.5 millones de hectáreas); Perú (3.2 millones de hectáreas); Guatemala (1.2 millón de hectáreas); Colombia (1 millón de hectáreas); Ecuador (0.5 millón de hectáreas; Chile (0.1 millón de hectáreas); Costa Rica (50,000 hectáreas; Programa Regional “Conservación Patagónica” (4.1 millones de hectáreas); Programa Regional “Bosques Modelo” (1.6 millones de hectáreas).

La importancia de este proyecto radica en que cerca de la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Latinoamérica y el Caribe se generan por el uso de suelo, el cambio de uso de suelo y actividades forestales. Así mientras los países desarrollados trabajan en iniciativas para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de su uso intensivo de combustibles fósiles, en países como Colombia los esfuerzos están en reducir la deforestación, cambio en el uso del suelo y malas prácticas agrícolas.

De las 4.2 gigatoneladas de GEI emitidas por los países en Latinoamérica y el Caribe, 2.0 Gt provinieron del uso de suelo y pérdida de bosques. La reducción de emisiones provenientes del cambio de uso de suelo es clave para la consideración del desarrollo bajo en carbono.

“Conforme el mundo se prepara para lograr un acuerdo sólido en tema de cambio climático rumbo a Paris para el 2015, la restauración será absolutamente esencial para que los países alcancen a cumplir sus metas de emisiones, al tiempo que se materialicen grandes beneficios para los pobres rurales. A través de su liderazgo, estos países llevarán la delantera,” dijo el Dr. Andrew Steer, Presidente y CEO, WRI.

De acuerdo con el comunicado emitido hoy por el World Resources Institute, se han identificado más de 200 millones de hectáreas como oportunidad de restauración en Latinoamérica y el Caribe.

“La iniciativa 20x20 puede ser una contribución importante para las metas globales de restauración definidas en el Reto de Bonn y la Declaración de Nueva York sobre Bosques,” agregó Grethel Aguilar, coordinadora de UICN en Centroamérica.

A través de la Iniciativa 20x20, los países e inversionistas trabajarán en la restauración de bosques en áreas en las que han sido talados y mejorar la productividad de los “paisajes mosaico” a través del mejor uso de los árboles en la agricultura (agroforestería) y en la crianza de ganado (silvopastoreo). Se espera que estos procesos de restauración produzcan amplios beneficios económicos, sociales y ambientales a través de la mejora de fuentes de vida, servicios de ecosistemas como prevención de la erosión, purificación de agua, deforestación evitada y sumideros de carbono. 

Por Pablo Correa

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