Gran parte de las emisiones del gas tóxico que destruye la capa de ozono viene de China

Un estudio publicado en la revista Nature señala que, al menos, entre el 40 % y el 60 % del incremento de las emisiones en los últimos años de CFC-11, un potente gas destructor del ozono atmosférico, proviene de la zona este de la China continental.

-Redacción Medio Ambiente
23 de mayo de 2019 - 03:31 p. m.
El uso industrial del CFC-11 ha aumentado de forma clandestina en Asia oriental desde 2013.  / thestar.my
El uso industrial del CFC-11 ha aumentado de forma clandestina en Asia oriental desde 2013. / thestar.my

Un grupo de científicos consiguió descubrir el origen de las emisiones de un peligroso gas prohibido hace años. En un estudio, publicado en la revista Nature, los investigadores señalan que al menos entre el 40 % y el 60 % del incremento de las emisiones en los últimos años de triclorofluorometano (CFC-11) proviene de la zona este de la China continental. (Lea: La capa de ozono podría reconstituirse totalmente en 2060, según estudio de la ONU)

Según los investigadores, el aumento de las emisiones de este potente gas destructor del ozono atmosférico se debe al sector de la construcción de este país. El uso industrial del CFC-11 ha aumentado de forma clandestina en Asia oriental desde 2013, a pesar de que, en 2010, fue vetado su uso en el Protocolo de Montreal. Advierten que los daños de este gas de efecto invernadero son tan fuertes que podrían ralentizar la recuperación de la capa protectora de la Tierra.

Desde 1996 los países más desarrollados habían dejado de producir este gas y se vio reflejado en la disminución de las concentraciones de este gas en la atmósfera. En los últimos años, las emisiones de este gas comenzaron a incrementar, sin embargo, ningún organismo internacional había logrado identificar el lugar concreto de donde provenían. Por eso, el año pasado el observatorio atmosférico de Mauna Loa, en Hawái, Estados Unidos, comenzó a hacerle un seguimiento.

Descubrieron que el ritmo en la disminución de las emisiones se había reducido a la mitad y que, en el hemisferio norte, estaban aumentando. Lo primero que supusieron los científicos es que, a lo mejor, dichas emisiones provenían de Asía. Tras un año de análisis, los investigadores utilizaron observatorios en Norteamérica, Europa, Australia y Asia para encontrar el punto exacto de la producción de los gases. (Puede leer: Producir plástico sería el responsable de un octavo de los gases efecto invernadero para 2050)

Sunyong Park, de la Universidad Nacional de Kyungpook (Corea del Sur) y Matt Rigby, de la Universidad de Bristol (Reino Unido), estudiaron datos atmosféricos procedentes de Corea del Sur, Japón y diversas islas del Pacífico. Tras utilizar varios métodos de estudio y analizar diversos modelos de la circulación del aire en decenas de provincias del este de China, encontraron que de las 6.400 toneladas de CFC-11 anuales emitidas desde esta zona entre 2008 y 2012, se pasaron a producir 13.400. Es decir, tuvo un aumento del 110%.  Hebei, Shandong y Shanghái son los lugares que más emisiones arrojan.

Kyungpook, autor principal del estudio, explica que "el aumento de las emisiones de CFC-11 en el este de China continental desde 2013 podría explicar entre el 41% y el 64% del aumento global (…) Teniendo en cuenta el margen de incertidumbre en la estimación global, la aportación china al aumento total podría ser aún mayor. También es posible que se hayan producido pequeños incrementos en otras partes de China u otros países, ya que hay grandes porciones del planeta para las que no tenemos mediciones de los elementos que agotan el ozono”.

Señalan que las emisiones de CFC-11 procedentes del este de China fueron aproximadamente 7 millones de kilogramos por año superiores en el periodo entre 2014 y 2017 que entre 2008 y 2012. Explican que, en el mundo, desde 2008 hasta 2012, se emitieron 64.000 toneladas de CFC-11, cifra que incrementó a 80.000 toneladas anuales. Para ellos, gran parte de estas emisiones pueden venir del escape del gas en un mal reciclaje de los frigoríficos o de las espumas de poliuretano.

El CFC-11 se forma por átomos de cloro, carbono y flúor. Generalmente es usado como refrigerante en frigoríficos y aires acondicionados, además, de ser empleado para los aerosoles en todo tipo de productos. Recientemente era utilizado como agente espumante del poliuretano. (Le podría interesar: “Sin los océanos la temperatura del planeta sería diez veces mayor”: Christopher Sabines)

Matt Rigby, coautor del estudio, señala que "ahora es vital que descubramos qué industrias son responsables de las nuevas emisiones". El estudio recalca que es necesario continuar investigando para determinar qué procesos industriales han llevado al aumento de la presencia del gas.

Por -Redacción Medio Ambiente

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