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La Mesa de Derechos Humanos de Medellín, en cabeza del coordinador Humberto Tobón Layos, junto a la Defensoría del Pueblo, reportó este lunes las agresiones a manos del Esmad, la Policía Nacional y los Carabineros, como resultado del desalojo de 175 familias del asentamiento de Nueva Jerusalén, en límites entre Bello y la capital antioqueña: más de 20 personas lesionadas y tres líderes comunitarios detenidos.
De acuerdo con la orden judicial impuesta el 28 de diciembre, las 700 personas que componen estas familias debían abandonar el barrio de invasión, pues el predio hace parte de la Alcaldía de Medellín. En efecto, tras el incumplimiento de los habitantes, desde hace cuatro días comenzó el desalojo y la demolición de las viviendas.
“Todos los heridos han sido por acción del Esmad. Estamos en una zona boscosa donde se están atendiendo y resguardando los niños y adultos mayores. Incluso una mujer embarazada se acaba de ir herida”, confirmó Tobón para el diario El Colombiano, agregando, además, que otro de los heridos perdió parte de la mano a causa de un artefacto explosivo.
Por otro lado, los ciudadanos (66% de ellos víctimas de desplazamiento forzado en el marco del conflicto armado) han denunciado a través de redes sociales la situación. Laura Ossa, asesora de Derechos Humanos, estuvo en medio del enfrentamiento entre la ciudadanía y el Esmad, y en delcaraciones a El Espectador dijo: “Yo me quedé tres horas allí, durante ese tiempo salieron ocho mujeres heridas, una señora en embarazo que había sido golpeada. Incluso intentamos llegar hasta un refugio donde aguardaban cien niños pero fue imposible; había confrontaciones de lado y lado y ninguna autoridad nos dejaba entrar”.
— Alexander Manzano (@alexanderman727) 16 de enero de 2017Dentro del informe público emitido por la Alcaldía de Bello, el operativo desarrollado este lunes dejó 42 civiles heridos; 36 de ellos con lesiones leves como inhalación de gases. Entre las otras seis personas se reportó a “una gestante trasladada por desmayo, dos personas por fractura maxilar izquierda, una por contusión de tobillo, una de quemadura de primer grado en espalda y cabeza y finalmente, un hombre al que por manipular artefactos explosivos perdió parte de sus dedos.”
Asimismo se registró, de acuerdo a la institucionalidad: cuatro adultos capturados y tres menores aprehendidos. Las autoridades habían protegido a 48 niños en un albergue provisional del barrio París, en el municipio de Bello. El desalojo continuará mañana por parte de la fuerza pública, quienes sostienen el cumplimiento de la orden judicial sobre expulsar a los habitantes del asentamiento.
El terreno en cuestión son 60 hectáreas, una zona llamada como finca El Cortado, en jurisdicción de Bello. Según Fernando Quijano, analista de conflicto urbano de la ciudad, “en este asentamiento ilegal hay más de 5.000 viviendas habitadas por miles de familias que conviven bajo el control criminal que ejerce una banda paramilitarizada, la cual hizo escuela en las filas paramilitares de los bloques Cacique Nutibara y Héroes de Granada, pertenecientes a las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (ACCU).”
En la denuncia de Quijano, hecha en el portal Contagio Radio, los mandos que gobiernan Nueva Jerusalén, ejercen tácticas de control sobre la comunidad. Entre los delitos comunes dentro del barrio de invasión, están el “reclutamiento forzado de menores, cobro de diversas extorsiones conocidas como ‘vacunas’, desaparición forzada, homicidios, desmembramiento de seres humanos en casas de tortura, explotación sexual, desplazamiento forzado y despojo urbano, entre otros.”