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Anuncian demolición de "casas de pique" en Buenaventura

El hallazgo de restos humanos en la playa y de dos inmuebles en los que se harían descuartizamientos revivieron las alarmas en el puerto.

El Espectador
11 de marzo de 2014 - 02:24 a. m.
Las “casas de pique” halladas por el CTI quedan en un barrio llamado Viento Libre, ubicado a orillas del mar. / Gabriel Aponte
Las “casas de pique” halladas por el CTI quedan en un barrio llamado Viento Libre, ubicado a orillas del mar. / Gabriel Aponte

 Durante las últimas semanas, Buenaventura ha dado de qué hablar en el país por la problemática de las llamadas casas de pique, sitios que fueron usados para cometer asesinatos y desmembramientos en el puerto.

Se presume que muchos de estos desmembramientos han sido causados por retaliaciones entre bandas criminales, sobre todo de “La Empresa” (una disidencia de los ‘Rastrojos’) y “Los Urabeños” que se encuentran peleando por el control de varios territorios.

Con el objetivo de acabar esta situación, Bartolo Valencia, alcalde de Buenaventura, ha anunciado la decisión de demoler todas estas casas de desmembramiento que, según él mismo, son inmuebles que no aparecen bajo el nombre de ningún propietario, o que pertenecieron a personas desplazadas por las bandas criminales.

Durante este año en Buenaventura se han reportado 20 desaparecidos y 54 muertes violentas de las cuales ocho han sido por desmembramiento, eso sin contar las partes mutiladas de personas que se han encontrado a lo largo de la playa durante las últimas semanas y que siguen sin ser identificadas.

La operación conjunta de la Sijín de la Policía y el CTI, que desmanteló las famosos “casas de pique”, comenzó después de que se denunciara semanas atrás la desaparición de tres pescadores y un vendedor de minutos de celular. Las autoridades llegaron hasta las viviendas ubicadas frente a las playas y, al hablar con los vecinos, se enteraron que días antes habían escuchado gritos en el interior de los inmuebles. Tras verificar la información, el CTI ordenó realizar un estudio de luces forenses con luminol, la sustancia que permite reconocer rastros de sangre.

Fue entonces que las inspecciones realizadas esta semana concluyeron que en dos inmuebles ubicados en los sectores de baja marea, es decir, las casas en madera que quedan frente al mar, se había producido una serie de asesinatos, ya que en sus paredes había rastros de sangre. Las autoridades están alertas por el renacimiento de las tristemente célebres “casas de pique”, lugares donde las organizaciones criminales torturan y descuartizan a sus víctimas. Para el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, lo que está sucediendo en Buenaventura es preocupante, pues en lo corrido del año los índices de homicidios se han incrementado considerablemente.

Por El Espectador

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