Así lo manifestó a periodistas el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Barranquilla.
"La posición del señor presidente es clara y nosotros hacemos un llamado a que no cerremos las vías del diálogo", precisó Salazar.
Es fundamental que en Colombia se aprenda a "que los conflictos se solucionan sentándonos a dialogar", explicó.
Uribe, que el jueves se reunió con la jerarquía de la Conferencia Episcopal, descartó prácticamente cualquier posibilidad de entablar negociaciones con las Farc para el intercambio de 22 policías y militares secuestrados por unos 500 guerrilleros presos, como proponen los subversivos.
El mandatario subrayó que el único acuerdo posible con las Farc es que "liberen a todos los secuestrados".
De otro lado, la Conferencia Episcopal de Colombia, que hoy cerró su asamblea plenaria, indicó en un comunicado que "ve al país con preocupación y también con esperanza".
Explica que le angustia "el permisivismo moral, la inequidad y la injusticia social, el desempleo y la pobreza, los conflictos sociales, las violaciones de los derechos humanos, el conflicto armado, el horror del secuestro y el sufrimiento que ocasiona a las víctimas y a sus familias".
Sin embargo, la iglesia ve signos de esperanza en las movilizaciones con las que se rechazan el secuestro y la violencia.
También expresa su decisión de estar más cerca de los desplazados, de las familias de los secuestrados, de las víctimas de la violencia y, en general, "de todos los marginados".