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Itagüí, ¿el municipio más seguro del país?

Un presunto plan para asesinar al alcalde puso en tela de juicio si esa localidad antioqueña, que años atrás tuvo la tasa de homicidios más alta de Colombia, es hoy un modelo de seguridad, como lo afirma la administración local.

Wálter Arias Hidalgo
29 de octubre de 2014 - 04:07 a. m.
Tras un operativo ejecutado por la Policía y la Fiscalía se logró frustrar un supuesto atentado contra el alcalde de Itagüí, Carlos Andrés Trujillo.  / Luis Benavides
Tras un operativo ejecutado por la Policía y la Fiscalía se logró frustrar un supuesto atentado contra el alcalde de Itagüí, Carlos Andrés Trujillo. / Luis Benavides
Foto: LUIS

Con una pistola 9 milímetros con silenciador, un anciano iba a matar a Carlos Andrés Trujillo, alcalde de Itagüí, municipio que en los tres últimos años pasó de ser una de las localidades con la tasa de homicidios más altas de Colombia a ser un “modelo de seguridad”. Apoyado en un bastón, en el que camuflaba el arma, el hombre atacaría al mandatario cuando éste asistiera a un evento público.

El plan fue descubierto en un operativo ejecutado por la Policía y la Fiscalía en algunos barrios de Itagüí y en Medellín, Envigado y Sabaneta. En 47 allanamientos, finalizados la madrugada del 21 de octubre, fueron capturados 21 presuntos miembros de la organización criminal la Unión, uno de los brazos armados históricos de la Oficina, y se halló, entre otros materiales, la novedosa pistola, aseguró Álvaro Eduardo Sarmiento, director nacional de la Fiscalía Especializada contra el Crimen Organizado.

Detrás del frustrado atentado estaría Wálter Alonso Román, alias el Tigre, de 42 años, máximo cabecilla de la Unión. Pese a que fue condenado en febrero de este año a seis años de prisión, por los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de homicidio, extorsión y tráfico de estupefacientes, seguía delinquiendo desde la cárcel, afirmó Sarmiento.

El Tigre, capturado en octubre de 2013 en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando llegaba de asistir a Brasil al partido de la Copa Sudamericana entre Atlético Nacional y Bahía, coordinaba el arribo de estupefacientes desde el Cauca hasta la capital de Antioquia, según la Policía, y era el mayor distribuidor de estupefacientes en los municipios de Itagüí, La Estrella y Caldas, al sur de Medellín.

Aunque Sarmiento dijo que la Unión estaría detrás del frustrado atentado contra Trujillo, José Ángel Mendoza, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, desconoce que haya amenazas contra el alcalde y resalta el sólido esquema de seguridad del mandatario, quien es uno de los dirigentes más mediáticos en Antioquia a la hora de presentar los golpes contra la delincuencia.

Es usual verlo al lado del comandante de la Policía Metropolitana o de otro mando policial entregando detalles de capturas o incautaciones, especialmente de las dos bandas criminales históricas de la localidad: la Unión y Calatrava, señaladas de ser las responsables de múltiples delitos: narcotráfico, extorsión, desplazamiento forzado, homicidio agravado y desaparición forzada.

La Unión y Calatrava, luego de la extradición a Estados Unidos de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, el 13 de mayo de 2008, se disputaron el territorio y las rentas criminales y convirtieron a Itagüí en un campo de batalla, especialmente en los años 2009 y 2010, y la ubicaron en un deshonroso lugar: el municipio no capital de Colombia con la tasa más alta de homicidios. En 2009, por ejemplo, el número de asesinatos por cada 100.000 habitantes en Itagüí fue de 133. En Medellín era de 94 y en Colombia, 39.

Estos años, sin embargo, no han sido los únicos en que Itagüí, donde habitan unas 250.000 personas, supera a la capital de Antioquia en tales cifras. Desde 2004 hasta 2011 —excepto 2008— la tasa de homicidios fue superior a la de Medellín. La tendencia comenzó a cambiar el año siguiente y en 2013 la tasa fue de 34 (87 homicidios), cifra que la Alcaldía destacó como histórica. Y este año la tendencia sigue a la baja.

El alcalde Trujillo ha argumentado que los positivos indicadores de seguridad —disminución de homicidios, microtráfico y microextorsión— se deben a la “estrategia integral de seguridad que adelanta su administración de la mano de la Policía, lo que se evidencia, entre otras obras, en la instalación de 148 cámaras de vigilancia, 80 alarmas comunitarias, la construcción del primer Centro de Atención Penal Integral del país y la instalación del Gaula Antioquia. “Todas estas acciones se complementan con estrategias integrales en educación, inversión social, deporte, cultura, y más de 250 obras de infraestructura”, informó la Alcaldía.

La transformación de Itagüí ha sido destacada por el presidente Juan Manuel Santos. El 8 de abril de este año, durante la entrega de 100 policías más al municipio —que así pasó de 190 a 290 uniformados para seis comunas y un corregimiento—, dijo que “Itagüí es un ejemplo en materia de seguridad”.

Sin desconocer estas estrategias, Luis Fernando Quijano, presidente de Corpades, una de las ONG que más le miden el pulso a la criminalidad en Medellín y su área metropolitana, cree que la mejora de la seguridad en Itagüí también se debe al denominado “pacto del fusil” (convenio de no agresión entre organizaciones criminales), que, según él, ha tenido efectos regionales.

Lo claro, así lo muestran las cifras, es que la dinámica violenta de Itagüí está muy ligada a la de la capital de Antioquia. Parece que van en paralelo, y estudios de años anteriores así lo indican. “Las lógicas de la violencia asociada al narcotráfico no sólo afectan a Medellín, sino también al resto de municipios del Valle de Aburrá”, observa un estudio de la Alcaldía de Medellín de 2009. Y otro estudio realizado por el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos, denominado Caracterización del homicidio en Colombia, 1995-2006 indica que Itagüí, Medellín y Bello, en algunos períodos de los últimos 25 años, han sido caracterizados como “muy críticos” en violencia, “son ciudades muy influenciadas por el narcotráfico, las bandas y las oficinas de cobro”.

No se conocen con certeza las razones del plan para asesinar a Trujillo, incluso hay dudas por la contradicción entre la Policía y la Fiscalía. Lo claro para el concejal de Itagüí Carlos Andrés Cardona es que el “presunto atentado contra el alcalde es una prueba del poder que aún poseen estas estructuras” y de que continúan en el municipio, así se diga que están prácticamente desmanteladas. “La historia no da saltos, y estructuras tan arraigadas como la Unión, que lleva tres décadas, no se terminan porque capturen varias personas. Hoy Itagüí no es el municipio más seguro del país, como dice el alcalde. Esto es publicidad engañosa. Si bien han disminuido los homicidios, otros delitos, como el desplazamiento, continúan”, concluye Cardona.

 

 

 

@walterariash

 

Por Wálter Arias Hidalgo

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