Este viernes, el concejal bumangués René Garzón denunció la muerte de un preso con VIH en la cárcel Modelo de Bucaramanga. Según Garzón, el deceso del hombre se habría debido a que el Estado no le prestó la atención en salud que necesitaba para su enfermedad.
Según explicó Garzón, el hombre estaba recluido desde diciembre de 2015 por hurto y porte de estupefacientes. Su enfermedad no fue identificada en ningún momento, porque él no la reportó y porque en la cárcel no se practican exámenes a fondo para los nuevos presos. Durante el tiempo que estuvo en la cárcel no recibió el tratamiento para el sida.
El hombre estuvo internado en el Hospital Universitario de Santander desde el pasado 9 de julio hasta el 26 de ese mes cuando murió. Según dijo Garzón, en la reunión bimensual de Derechos Humanos que se hace en la cárcel, esta es una de las consecuencias de que desde enero no se haya prestado de manera efectiva el servicio de salud a los internos de la Modelo.
Garzón también criticó que no se hagan exámenes de salud cuando ingresen nuevos reclusos, sabiendo que en esta cárcel hay alrededor de 2.900 personas, cuando solo tiene espacio para 1.350. Referente a lo anterior, el personero de Bucaramanga, Ómar Ochoa, dijo que al ser enfermedades contagiosas, como lo es el VIH, el riesgo aumenta, puesto que hay un gran número de personas en un espacio reducido.
La muerte de este preso por el abandono estatal que menciona Garzón sería otro de los síntomas de la crisis carcelaria que hay en la capital de Santander y en el país. (Lea aquí: ¿Será posible trasladar a los reclusos de estaciones de Policía de Bucaramanga?). Tal es la situación que en las estaciones de Policía de Bucaramanga hay también hacinamiento. Por ejemplo, en la estación del Centro hay 55 internos, distribuidos en una celda 3x3 mts para 20 internos.