La fábrica de la danza contemporánea

“Pelear puede ser una fiesta”, decía Jorge Luis Borges sobre el tango, un género que profundiza la Factoría L’Explose. / Cortesía

El cuerpo se estremece tras sentir las vibraciones del suelo y los movimientos naturalmente brotan como un grito eufórico totalmente liberador. Una poesía viva con extensión en los brazos, en las piernas, en el tronco y en la cabeza, tornándose en una danza vehemente que despliega sus alas en un espacio fijo y abierto hacia la creación. Los asistentes escuchan el sonido de la respiración, mientras los tiempos en las tablas figuran en sus cuerpos que siguen consecuentemente las sombras para estallar de expresión en una fábrica de experimentación, una de las pocas existentes en la ciudad de Bogotá y en la que vive la danza contemporánea.

Factoría L’Explose es un espacio de construcción por medio de la danza y el cuerpo que se creó con el ánimo de ser una extensión de libertad y experimentación de la danza contemporánea. Al respecto, Juliana Reyes, directora de este espacio, explica: “La danza empieza por los pies. Yo creo que esa idea de que La Factoría nació del suelo hacia arriba empezó por la raíz”. Todo surge y todo fluye cuando la pasión recobra vida en las acciones y creaciones. De esta manera, los cimientos de este espacio surgieron desde un suelo hecho a la medida con movimientos desbordantes. Sus fundadores, Juliana Reyes y Tino Fernández, emprendieron la idea de crear un espacio para ensayar, pero después esta idea fue tomando forma hasta llegar a programar distintas actividades en torno a la danza contemporánea.

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Es así que tras ampliar su panorama, sus instalaciones se fortalecieron y lograron recibir al público, esta vez no únicamente con danza contemporánea, sino con los distintos campos de la danza y desde allí, a plantear puestas en escena que involucraran al cuerpo y el movimiento y que atravesaran las artes. “La Factoría lo que ha hecho es tener un equipamiento disponible para crear y que pueda hacer esas mixturas híbridas. Creo que es más un valor de los artistas contemporáneos que están con unas grandes inquietudes desde donde están las fronteras de las otras disciplinas artísticas”, explica Reyes.

Este espacio para la danza en Bogotá logra traspasar sus sensaciones en escena. Cada apuesta y experimentación se transmite vociferando con el cuerpo, con sonidos espontáneos y sin narraciones orales, siendo únicamente el cuerpo la herramienta que habla a través de sus movimientos y desplazamientos. La danza en sus diversas facetas aparece esta vez con delirio, las coreografías elaboradas se manifiestan mediante aquella pasión que alumbra en cada acto. Este año dentro de su programación tienen como temática principal las danzas del mundo, en donde convergen la danza contemporánea y el folclor, una experimentación bastante ambiciosa pues, como dice Reyes: “Estamos abiertos a otras disciplinas, así que empezamos a incluir el flamenco, el tango, la danza árabe, el ballet, el folclor... abrir el panorama de la danza y comprendimos que el hecho de que La Factoría fuera un espacio con una especificidad para la danza y que era muy bueno para la ciudad”.

En el marco de esta programación, durante el año, del 9 al 25 de mayo, se presenta A flor de hiel, una muestra dancística que revive la pasión de este género por medio del tango . Con la dirección y coreografía de Tino Fernández y la dramaturgia de Juliana Reyes, tres parejas en la pista de baile, tras un juego de seducción, logran mantener la atención del público mientras su destreza con los pies los reta para pervivir en un combate constante.

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“Hablar de pendenciero no basta; yo diría que el tango y las milongas expresan algo que los poetas, muchas veces, han querido decir con palabras: la convicción de que pelear puede ser una fiesta”, frase de Jorge Luis Borges que define esta muestra y que precisamente recoge en sus palabras la situación de la danza como una expresión viva y que se fortalece actualmente. Las propuestas de estos artistas se fortalecen, creando hibridaciones en una contemporaneidad que aboga por mezclarse entre las artes con una sed de experimentación y de transformación social. De esta manera espacios como La Factoría L’Explose se fortalecen, dando lugar a la danza contemporánea en la ciudad con distintas actividades, como residencias artísticas, un programa de formación anual y la programación en escena en la que se presentan apuestas teatrales y de creación artística de danza contemporánea.