:format(jpeg)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/F2SYYML5XZBFRDF2I75TX3HKJM.JPG)
En su última columna dominical, el exjefe negociador Humberto de la Calle le respondió al líder de la FARC, Rodrigo Londoño, quien la semana pasada le remitió una carta con relación a su opinión del pasado 12 de septiembre exigiendo que los líderes de la extinta guerrilla asuman los hechos atroces ocurridos en el marco del conflicto armado.
Lea la columna: Respuesta a Rodrigo Londoño.
En principio, De la Calle aplaudió la solicitud del partido a la Jurisdicción Especial de la Paz (JEP) de hacer públicas las audiencias de comparecencia de sus miembros, así como la aceptación de la JEP a este pedido. “(Esto) no solo alienta la discusión informada, sino que libera a los ciudadanos de la tiranía de las filtraciones. En el plano teórico, a diferencia de la justicia ordinaria, la transicional se basa en esquemas de cooperación, el levantamiento de la reserva contribuye a ese fin”, escribió el exjefe negociador.
Sobre el pedido de Timochenko de que también se debe de conocer el papel de algunos empresarios en promover el paramilitarismo, De la Calle se refirió: “para mí, un elemento central de la justicia transicional se deriva del reconocimiento de otros responsables, distintos a las extintas Farc. Y no solo eso. El manejo judicial de los hechos del conflicto debe hacerse de manera integrada, aunque existan particularidades. Eso fue lo que pactamos y cualquier intento de desvertebrar la JEP no solo violaría el pacto, sino que significaría un error enorme. Un eslabón de nuevas violencias”.
En su opinión también tuvo espacio para contradecir a Londoño, quien cuestionó si De la Calle también se encontraba entre “la mayoría de los colombianos confundidos y manipulados por la campaña de desinformación promovida por los sectores de extrema derecha”, que, a juicio de Timochenko, están desprestigiando y negando su compromiso con la paz.
También: FARC dice que reclutamiento de menores fue “evidente” y no lo negaron ante JEP.
“No he caído en ninguna trampa mediática. Mi primera preocupación surgió del comunicado oficial de su partido a raíz de declaraciones de Sandra Ramírez (…) no filtraciones, sino declaraciones expresas de la cúpula de su partido generaron mis preocupaciones”, quien tras ser nombrada segunda vicepresidenta del Senado y hablando con diferentes medios aseguró que las Farc nunca reclutaron menores de edad contra su voluntad como política militar.
“Se dijo que ‘la decisión final sobre las responsabilidades y el cumplimiento de los compromisos corresponde a las instancias creadas por el Acuerdo’, frase que aunque en su literalidad es cierta, en el contexto de la situación, en medio de declaraciones que negaban hechos protuberantes, indicaba una línea clásica de defensa frente a la justicia ordinaria”, apuntó por otro lado.