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El fenómeno Uribe

Desde hace más de una década Álvaro Uribe es el gran elector. Ganó dos veces en primera vuelta, puso a Juan Manuel Santos como mandatario y ahora quiere llevar a Óscar Iván Zuluaga.

Redacción Política
26 de mayo de 2014 - 02:25 a. m.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez al momento de depositar su voto.  / Luis Ángel - El Espectador
El expresidente Álvaro Uribe Vélez al momento de depositar su voto. / Luis Ángel - El Espectador

Los resultados electorales de ayer demostraron que desde hace más de una década el gran elector de Colombia se llama Álvaro Uribe Vélez. Los más de tres millones de votos que alcanzó su exministro Óscar Iván Zuluaga para ganar la primera vuelta electoral, de alguna manera, son votos por el exmandatario. Hace dos meses, con él mismo encabezando lista al Senado, su nuevo partido, Centro Democrático, obtuvo 19 curules. Desde 2002, sin que lo toquen los escándalos, sigue ganando elecciones y marcando el presente político de Colombia.

A finales de 2001, cuando lanzó su candidatura a la Presidencia, no tenía más del 2% de la favorabilidad electoral. No obstante, montado en el fracaso del proceso de paz entre el gobierno Pastrana y las Farc, con el 53,05% de los votos, ganó en 2002 en primera vuelta a Horacio Serpa, Lucho Garzón y Noemí Sanín, entre otros. La cifra oficial de la Registraduría fue de 5’862.655 votos. Cuatro años después, gracias a una polémica reforma en el Congreso, volvió a ganar sin apremios en primera vuelta.

La reforma que hizo posible su reelección terminó creando el capítulo judicial de la yidispolítica, que no afectó su popularidad. En mayo de 2006, esta vez desde el Partido de la U, creado para promover su candidatura, llegó a 7’397.835 votos, es decir, casi dos millones más que lo alcanzado cuatro años atrás. Su segundo mandato estuvo caracterizado por los escándalos judiciales, en especial el de las ‘chuzadas’ del DAS a opositores, periodistas y magistrados. Sin embargo, su fortaleza política dio para que buscara prolongar su mandato.

En el momento en que la Corte Constitucional le dijo “no” a que pudiera aspirar a un tercer mandato, tras la derrota de su pupilo Andrés Felipe Arias en la consulta del Partido Conservador, optó por apoyar a su exministro de Defensa, Juan Manuel Santos. Su apoyo fue determinante para el triunfo definitivo de Santos, aunque debió hacerlo en segunda vuelta. Los guarismos oficiales de la Registraduría le dieron a Santos y, por extensión a Uribe, un total de 9’028.943 votos. Es decir, siguió creciendo su capital electoral en dos millones.

Luego vinieron los sucesos conocidos de los últimos tiempos. El presidente Santos y su mentor Uribe dividieron caminos y, de cara al debate electoral de 2014, cada quien siguió con su propia plataforma. El primer lance entre las dos corrientes y sus nuevos aliados se dio en las elecciones parlamentarias del pasado 9 de marzo. Aunque el santismo ganó por estrecho margen al Centro Democrático, las curules que alcanzó en Senado y Cámara le dan hacia el futuro un amplio margen de maniobra política.

Ahora, en el segundo round entre el santismo y el uribismo, nuevamente el exmandatario 2002-2010 se salió con la suya. Con casi cuatro millones de votos en favor de su candidato Óscar Iván Zuluaga volvió a ganar las elecciones. Los escándalos de los últimos días, que afectaron la imagen de la campaña de Zuluaga, tampoco le hicieron mella. Ni siquiera que saliera a dudar de la independencia de la Registraduría y la Fiscalía. Nuevamente en las urnas, demostró su capacidad para ganar procesos políticos.

A juicio del analista Alejo Vargas, lo sucedido con Uribe se explica en que “el expresidente tiene gran influencia y favorabilidad en la sociedad. Él tiene una forma de comunicación directa que le llega fácilmente a la sensibilidad del grueso de la población. También es claro que tiene audiencia en los medios que le suben su protagonismo. De alguna manera, él logró interpretar una desconfianza en los diálogos de paz que es cosecha de la profundización de la guerra que sucedió durante su gobierno de ocho años”.

En tres semanas se sabrá si el capital político del expresidente Uribe va a alcanzarle para poner un segundo mandatario consecutivo después de su gobierno. Con toda seguridad en los próximos días se va a agudizar la confrontación entre Óscar Iván Zuluaga y Juan Manuel Santos, con el capítulo judicial de fondo que ha venido acompañando los últimos sucesos. No cabe duda de que en el centro del debate va a estar Álvaro Uribe, pero sólo el 15 de junio se sabrá si hay un cambio de rumbo en el país uribista.

Por Redacción Política

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