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¿Está perdiendo apoyos políticos Daniel Quintero?

En los pasados días, de forma independiente, Estamos Listas y el Polo Democrático hicieron una declaratoria política en torno a la administración de Daniel Quintero. Estos manifiestos podrían generar un movimiento político dentro de la corporación y en la ciudadanía.

Natalia Tamayo Gaviria
23 de julio de 2020 - 01:58 p. m.
Daniel Quintero enfrentó la semana pasada el desmarque de Estamos Listas de la coalición de gobierno y la declaratoria en oposición del Polo Democrático en Medellín.
Daniel Quintero enfrentó la semana pasada el desmarque de Estamos Listas de la coalición de gobierno y la declaratoria en oposición del Polo Democrático en Medellín.
Foto: Alcaldía de Medellín

Seis meses de gobierno es mucho y nada a la vez con respecto al período de cuatro años que les competen a los mandatarios en ejercicio y que recién comenzaron en enero pasado. Partidos como el Polo Democrático –pese a no contar con representatividad en el Concejo– consideró que fue el tiempo suficiente para dar claridad sobre cuál es su posición política (de oposición) respecto a la administración de Daniel Quintero y para el movimiento de ciudadanía feminista Estamos Listas –que en la corporación las representa Dora Saldarriaga– fue un cúmulo de decisiones tomadas en esos seis meses que las llevó a cambiar de lugar de vocería: pasaron de ser de coalición de gobierno a la independencia.

El caso del Polo es particular en cuanto no cuentan con un corporado que ejerza los derechos de la oposición consagrados dentro del Estatuto de la Oposición, pero como dice su militante y excandidato a la Alcaldía, Víctor Correa, “esto no nos impide que hagamos lo que consideramos ético” y, según explicó, como colectividad cuentan con varias herramientas para ejercer la oposición más allá de la corporación. “Tenemos voceros públicos como el representante Jorge Gómez y el diputado Luis Peláez, seguiremos con los ejercicios de veeduría ciudadana y nuestro principal repertorio de lucha ha sido la movilización social”. La situación del Polo fue elevada a consulta a un magistrado del Consejo Nacional Electoral, pero el exministro Guillermo Rivera, asegura que es viable su oposición como organización política contando, tal vez, como único beneficio el derecho a réplica.

En cabeza de Saldarriaga, la independencia de Estamos Listas, aunque no tiene mucho peso dentro del Concejo, sí una repercusión significativa a nivel político de las discusiones que vendrán en la corporación, así como la ciudadanía que el movimiento representa, con gran acogida en los sectores alternativos que vieron en Daniel Quintero la apuesta que querían para la ciudad. En estos seis meses y en la discusión del Plan de Desarrollo, la concejala explica que la agenda feminista de la colectividad y las preocupaciones manifiestas que han alertado no han tenido la acogida y la diligencia que ellas demandan dentro de la Alcaldía, especialmente los temas de cierre de desigualdades, estrategias de erradicación de las violencias machistas y el comportamiento de la Alcaldía con relación a la protesta social.

Sobre la decisión, Saldarriaga es consciente: “no aspiramos a que nuestra declaración genere coalición en el Concejo. Es nuestra postura que por gobierno abierto tomamos acorde a nuestra autonomía feminista”. La declaratoria de ambas organizaciones políticas, independientemente de sus circunstancias, abre un plano a la duda: ¿Es el primer paso hacia una reconfiguración política de los partidos de Medellín con relación al gobierno de Quintero?

“Me atrevería a decir que eso es muy pronto para saberlo. En primer lugar, porque el Polo no tiene representatividad. Y en segundo, porque Dora Saldarriaga es apenas una entre 21 miembros, por más de que el movimiento tenga mucha visibilidad. Entonces no creo que como movimiento entren a codificar el tema político como tal. ¿Qué sí puede generar? Un ruido político en caso de que estos hechos se conecten con la coyuntura de Medellín con relación al manejo de la pandemia. Veníamos de ser una de las ciudades con mejores cifras y ahora eso no es así”, opina Juan Sebastián Delgado, consultor en comunicación política digital.

Y no es solo la situación del coronavirus que al compaginarse con la situación política de los partidos puede generar ruido y, quizá, afectar la imagen de la Alcaldía y Quintero (el mandatario local con mayor favorabilidad). Los casos de presunto acoso sexual que le endilgaron al alcalde también fueron detonantes en su momento, pero no trascendieron en las últimas mediciones porque, como lo explica Delgado, la gente de a pie que respalda a Quintero no consume información de los medios en los que sí hubo resonancia de estos hechos.

Bien lo admitió Víctor Correa: “No conozco la primera vez que le vaya mal a un gobernante de Medellín en las encuestas porque la gente no le da un voto solamente a la persona, sino a la institucionalidad que, en el caso de la Alcaldía, es sólida y trabaja con o sin un mal mandatario”. Bajo este panorama, Delgado también reconoce que una reconfiguración que, en tiempos normales pre COVID-19, seis meses puede ser tiempo suficiente para mover fichas políticas, especialmente porque el Plan de Desarrollo es aprobado y se da comienzo a su puesta en marcha. Sin embargo, el escenario actual lleva a que las energías se concentren en controlar la pandemia en la ciudad y, en términos generales, la administración lo venía haciendo bien, como lo reconoce una gran mayoría.

A eso se atienen también dos de los concejales que más le hacen oposición a Quintero y quienes consideran que todavía no es tiempo para hablar de una reconfiguración política, bien sea porque la agenda es casi por complemento la gestión frente al coronavirus o bien porque se vienen debates de mucho peso que le pueden costar al mandatario en el Concejo. “Lo que se ha podido evidenciar es que Quintero no es el alcalde alternativo y por esto se entienden decisiones como la de Estamos Listas, que está en concordancia con sus exigencias como movimiento de mujeres. Es muy importante que más concejales decidamos desde la independencia y poco a poco, con las discusiones, como la ampliación de la razón social de EPM y el presupuesto, que se avecinan se acentuarán esas diferencias que motivarán, en algún momento, un no al alcalde”, manifiesta Daniel Duque, concejal por la Alianza Verde.

A su vez, el concejal del Centro Democrático y excandidato a la Alcaldía, Alfredo Ramos, y quien es la voz más opositora de Quintero, opina que la decisión del movimiento feminista acentúa una situación que se vive desde lo local y nacional: “Como hay dos países, hay dos ciudades, la política y la de la ciudadanía, ambas con visiones diferentes. Más que hablar de una reconfiguración política, creo que empieza un abrir de ojos, desde los partidos, movimientos y colectivos, con relación al gobierno, con la que se evidenciará cada vez más la improvisación, el incumplimiento de promesas de campaña, la poca transparencia y la burocratización desmedida que viven muchas entidades del municipio”.

Seis meses es mucho y nada a la vez y es el tiempo y la superación de la crisis y el administrar en una situación normal, si se permite hablar de normalidad una vez que lleguemos al escenario poscoronavirus, los que le darán la razón a la administración o a los críticos de esta. “Hay que ver cómo actúa la Alcaldía cuando se visibilicen las situaciones alternas y paralelas a lo que ha generado el COVID-19, así como cuando se empiece formalmente la ejecución del Plan de Desarrollo. Y otro tercer elemento, es importante también la relación que entable Quintero con los congresistas del departamento, que son quienes, la mayoría de las veces, intervienen por la ciudad ante los entes nacionales”, complementa Delgado. ¿Quintero seguirá contando con los apoyos dentro y fuera del Concejo?

Al momento de publicarse este artículo, conocimos de un comunicado de Estamos Listas del 21 de julio en el que advierten de los rumores de posibles retaliaciones por parte de la Alcaldía por su movimiento hacia la independencia en el Concejo. El Espectador contactó al secretario de Gobierno, Esteban Restrepo, y aseguró que son respetuosos de la decisión del movimiento y que por parte de la administración no habrá ninguna represalia por la declaratoria. “Cada movimiento es libre en una democracia de estar en el gobierno, en la independencia o en la oposición”, insistió Restrepo.

Por su parte, el movimiento feministas enunció en su comunicado que “no tenemos ningún cargo en la administración municipal y ninguna persona u organización ha sido contratada por intermediación nuestra en la Alcaldía de Medellín. Reiteramos que el control político es nuestra obligación y lo hacemos en representación de la ciudadanía para construir democracia”.

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