El reclamo de ganador del Premio Nacional de Matemática a Sergio Fajardo

José Oswaldo Lezama Serrano publicó un texto en el que asegura que el excandidato presidencial se presenta “de manera oportunista ante Colombia como ‘profesor de matemáticas’”.

Redacción Política.
02 de junio de 2018 - 04:49 p. m.
Mauricio Alvarado
Mauricio Alvarado

Durante su campaña presidencial, Sergio Fajardo, que obtuvo la tercera votación, detrás de Iván Duque (Centro Democrático) y de Gustavo Petro (Colombia Humana), centró su discurso en identificarse como el candidato profesor y a la educación como una de sus principales propuestas.

En varios de los debates que hubo hasta antes de la primera vuelta, el pasado 27 de mayo, era común que Fajardo reclamara, porque el tema de la educación no estuviera más presente en las discusiones. Pero su apuesta por buscar ser identificado como el candidato profesor también le jugó malas pasadas. Una de ellas, cuando Humberto de la Calle le recordó que él también fue profesor, e incluso decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Caldas. Y otra, cuando una entrevista radial no supo responder por qué los maestros entrarían a paro.

Y todavía hay críticas a ese discurso que Fajardo quiso construir alrededor de su experiencia como profesor de matemáticas. Pero la más reciente de ellas no provino de un contendiente político, sino desde la academia misma, concretamente, de otro matemático: José Oswaldo Lezama Serrano, quien en 2017 fue galardonado con el Premio Nacional de Matemáticas. En una columna publicada en el portal Colombia Plural, Lezama criticó duramente primero, la identificación de Fajardo como profesor y segundo, su decisión de votar en blanco para la segunda vuelta.

(Lea aquí: “Tenemos que responder a lo que viene”: Sergio Fajardo).

La crítica empezó de manera directa con Lezama diciéndole a Fajardo que es “oportunista” que “se presente ante Colombia como “profesor de matemáticas”, aprovechándose de la reputación que tenemos todos los verdaderos matemáticos. Usted hace muchos años ya no es investigador ni menos aún profesor de matemáticas”. En ese sentido, Lezama, quien realizó un doctorado en Matemática en la Universidad Estatal de San Petersburgo, se muestra también crítico con el ejercicio de la política y enumera las grandes diferencias que hay entre ella y la academia.

Al respecto, señala que, mientras que en la academia “la verdad es el valor supremo”, en la política es todo lo contrario: según Lezama, se trata de un “antivalor, en ese universo, quien usa la verdad como herramienta es un ingenuo, resulta impopular, o en el peor de los casos, puede resultar muerto”. Y, en ese punto, de Fajardo dice que “dejó atrás el cálculo diferencial, el cálculo matricial, el cálculo de variaciones, para dedicarse al cálculo político”.

Del mundo de la política, en el que Fajardo se inició como alcalde de Medellín y, posteriormente, como gobernador de Antioquia, el galardonado profesor asevera que “los problemas no se resuelven, la idea es usarlos como estrategia para acceder al poder, para perpetuarse en él, o para enriquecerse”. Una insondable diferencia para el propio Lezama, pues en las matemáticas, escribe, la meta es solucionar los problemas, no por un interés personal, sino porque “da certezas y permite ver lo que a veces otros no ven”.

Pero la crítica más fuerte que le hace al discurso de Fajardo como profesor se centra en la decisión del excandidato de votar en blanco. Para hacerlo, Lezama menciona “dos personajes nefastos trastocaron completamente los valores de la sociedad colombiana generando gravísimos problemas: Pablo Escobar enamoró a muchos colombianos con la idea que el dinero fácil es válido conseguirlo a través del narcotráfico y el sicariato; y por su parte, Álvaro Uribe Vélez tiene a medio país engañado con su política”.

Entonces, Lezama le dice a Fajardo que o no ve los problemas, o no quiere atacarlos o no sabe cómo hacerlo. Y ahí, vuelve la crítica hacia la identificación del exgobernador antioqueño como profesor, pues, para Lezama, “un verdadero matemático cuando ve que no puede resolver un problema, y un par brillante como Gustavo Petro, tiene alguna posibilidad de resolverlo, le alegra y lo alienta”. Pero, al no hacer esto, continúa, lo que hace Fajardo es adoptar una actitud “arrogante, irresponsable, poco constructiva y contraria a la ética científica”.

Así, el texto termina con una petición al excandidato presidencial: “Le pido que no siga usando el nombre de la noble profesión de matemático para sus intereses políticos personales, y en cambio, como corresponde a ese buen profesor que fue alguna vez, lo invito a que reflexione y corrija el error”.

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Por Redacción Política.

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