Como era de esperarse, a muchos aliados del Gobierno no les gustó que el vicepresidente dijera en entrevista con la revista Semana que le ha sorprendido “el silencio guardado por los voceros de la Corte Suprema” frente al acuerdo final de paz y el posible irrespeto institucional a la Rama Judicial. Esto hizo evidente que no se lograra aún alinear las fuerzas santistas de cara a la campaña por el Sí camino a la refrendación.
Al defender que se logró el “mejor acuerdo posible de paz”, el expresidente liberal César Gaviria, encargado de la coordinación de la estrategia electoral de la campaña del Sí en el plebiscito, dijo que Vargas Lleras se está enfrentando a la columna vertebral de los acuerdos, al cuestionar la justicia transicional. “Me preocupa que el vicepresidente se haya ido contra un elemento que es central y fundamental en los acuerdos. Me parece que está invitando a la Corte Suprema de Justicia a que se subordine contra lo pactado, pero perdón con el señor vicepresidente, eso va más allá de lo que debe hacer como funcionario público”, sostuvo.
A su vez, el senador Álvaro Uribe Vélez, jefe natural del Centro Democrático, dijo que no logra entender cómo el vicepresidente ha dicho que votará Sí al plebiscito –pese a sus reparos– y también se enfrentará en 2018 electoralmente con las Farc. “Puede ser que un candidato que diga Sí al plebiscito compita con un candidato de las Farc, pero quien dijo Sí en el evento de ganar la Presidencia no tendrá más camino que aplicar el acuerdo”, recalcó.
Lo cierto es que más allá de las críticas de Gaviria y las advertencias de Uribe, lo que logró Vargas Lleras es abrir el debate sobre cómo van a votar el plebiscito los candidatos presidenciales, porque inevitablemente, luego de darse la refrendación ciudadana del proceso de paz, el tema de la paz generará sí o sí votos en contra o a favor de quienes están en el sonajero para 2018.