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El excanciller israelí y asesor internacional del proceso de paz, Shlomo Ben Ami, dijo que Estados Unidos es un amigo del proceso y que seguramente ayudará a construir fórmulas de justicia pero que, para casos puntuales como la participación del comandante de las Farc alias Simón Trinidad, hay que tener en cuenta la separación de poderes que existe en EEUU. Ben Ami fue más allá y reveló que el mismo presidente Juan Manuel Santos ha explorado con Joe Biden, el vicepresidente norteamericano, esa posibilidad. Dijo que la política es clave para este este proceso y que, seguramente, con el nombramiento de Bernard Aronson como enviado de la Casa Blanca, esa participación será más clara.
El exministro de relaciones exteriores de Israel agregó que 'Trinidad' ha sido una de las peticiones de la guerrilla para llegar a un acuerdo y que la clave del posconflicto estará en llevar el Estado a lo largo y ancho del territorio, en construir legitimidad de la democracia y en encontrar fórmulas creativas de justicia transicional. Y ejemplificó los retos para el país advirtiendo que "no va a ser fácil para los colombianos ver a los comandantes de la guerrilla en el Congreso, pero es uno de los esfuerzos que hay que hacer por conseguir la paz. Creo que hemos llegado a un punto de no retorno y, ahora, la discusión debe ser cómo construir el posconflicto".
Jonathan Powell, exjefe de gabinete de Tony Blair, coincidió con Ben Ami en que la negociación ha llegado a un punto de no retorno pero advirtió, resaltando la importancia de que se refrende lo que se firme en La Habana, que "cuando se firme un acuerdo todavía no habrá la confianza suficiente entre las partes y por eso es necesario que se implemente rápida y eficazmente el posconflicto".
"He estado cerca de conflictos en Siria, Ucrania y Libia y no veo esperanzas. La única esperanza del mundo en el sentido de que es posible construir La Paz, bajo nuevos estándares internacionales, es Colombia. Les recuerdo que hoy no es posible amnistiar a actores armados, pero la justicia no puede ser una barrera para el fin de la guerra. Comparto la idea del expresidente Gaviria de que la paz solo será posible si se traza una línea frente al pasado en materia judicial", dijo Powell.
En ese sentido, el consultor en resolución de conflictos Joaquín Villalobos dijo que es necesario evitar "que se pasme la negociación. Las Farc están ansiosas por participar en política, eso se evidencia en cada una de las opiniones que expresan sobre los temas de la política nacional. Hay esperanza por conectar a la Colombia sofisticada y globalizada con la rural y violenta".
De su lado, el ministro para el posconflicto, el general (r) Óscar Naranjo, dijo que el gobierno colombiano está convencido de la necesidad de romper "el viejo paradigma de que justicia es igual a cárcel". En ese sentido, sostuvo que la propuesta del expresidente Gaviria de vincular a los mecanismos de justicia transicional a los actores civiles y oficiales es vista con buenos ojos por el Ejecutivo.
El general retirado le envió mensajes cifrados a los miembros de la oposición del Centro Democrático que han hablado de "entregarle el país al castrochavismo" diciéndoles que, "con mentiras no se puede controvertir el proceso de paz".
Incluso, recordó uno de los ciclos de las negociaciones de La Habana (Cuba), en el que él participó y en el que la guerrilla pidió que fuera acatada la Constitución de 1991 en cuanto a la construcción de un estatuto de la oposición. "Hay que leer los acuerdos para darse cuenta de que están en consonancia con nuestras leyes", argumentó.
Por su parte, el jurista Baltasar Garzón dijo que se equivocan quienes amenazan con la acción de la Corte Penal Internacional ante la posibilidad de que se den soluciones creativas al dilema de la justicia. "Si los receptores de beneficios jurídicos no asumen los compromisos que salgan de la propia negociación, las penas de la justicia ordinaria deben reactivarse", afirmó.
"En un proceso de justicia transicional las víctimas deben participar activamente. Incluso, pueden ejercer funciones de jueces de los victimarios. Pero hay que tener imaginación y por eso también es posible que, en la medida en que colaboren con La paz, quienes ejercieron la violencia pueden hacer parte de los tribunales y las comisiones de la verdad", añadió Garzón.