Santrich pierde tutela con la que reclamaba que no lo llamaran asesino

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El pasado 30 de octubre, Seuxis Paucias Hernández, más conocido como Jesús Santrich, interpuso una acción de tutela en la que alegaba que sus derechos fundamentales a la honra y al buen nombre fueron “gravemente vulnerados”. Pero este jueves, el Tribunal Superior de Bogotá declaró improcedente la tutela interpuesta por el excomandante de la desmovilizada guerrilla de las Farc.

Santrich se refería a dos episodios: el primero, cuando en un debate en la Cámara de Representantes, el congresista Edward Rodríguez lo llamó, en repetidas ocasiones, “asesino”. Por este debate, los periodistas Salud Hernández – Mora y Gustavo Rugeles se refirieron al tema en sus respectivas cuentas en Twitter, refiriéndose también a él como “asesino”, por lo que fueron incluidos en la tutela.

(Lea aquí: Insultos en la Cámara por presencia de Jesús Santrich).

Pero los argumentos utilizados por Santrich para que Rodríguez, Hernández – Mora y Rugeles se retractaran, fueron desestimados. El magistrado Gerson Chaverra, presidente del Tribunal Superior de Bogotá, explicó en entrevista con Blu Radio que se declaró la improcedencia, porque “frente a los periodistas Salud Hernández y Gustavo Rugeles, se consideró que el demandante no había agotado el requisito de procedibilidad previo, es decir, solicitar la rectificación de aquellas manifestaciones que se consideraban injuriosas”.

En cuanto a las declaraciones hechas por Rodríguez en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, el magistrado Chaverra explicó que la tutela de Santrich tampoco era precedente, pues el congresista usó tales expresiones en el marco de un debate, por lo que está amparado por la invulnerabilidad parlamentaria. Por tal razón, el Tribunal Superior de Bogotá consideró que no se violaban los derechos a la honra y al buen nombre del exjefe guerrillero.

Aun así, parece que el episodio no terminará con la decisión de este tribunal, pues Jesús Santrich aseguró, también en Blu Radio, que impugnará la tutela en segunda instancia. Aun así, el Tribunal Superior de Bogotá insistió en que este debe de probar que las acusaciones en su contra son falsas.