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Lo que debería saber sobre la carne y el cáncer antes de alarmarse

Aunque este alimento implica un riesgo para la salud, expertos aseguran que lo recomendable es consumirlo moderadamente, con base en una dieta balanceada.

Redacción Salud
28 de octubre de 2015 - 03:41 a. m.

Lo primero que debería hacer es no alarmase. En medio de la cantidad de noticias y reacciones en torno a la posible relación entre el cáncer y las carnes rojas y procesadas, también hay posiciones equivocadas, que desembocan en alarmismos. En Twitter, por dar sólo un ejemplo, no son pocos los que han pedido una transformación completa de nuestra alimentación y han comparado la peligrosidad de los productos cárnicos con la del cigarrillo.

Sí: es cierto que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por su sigla en inglés), tras revisar unos 800 estudios, clasificó la carne roja como “probablemente cancerígena” y la carne procesada (salchichas, jamón, tocineta y demás productos) como “cancerígena” para los humanos. Pero eso no quiere decir que deba dejar de comerla de un tajo, ni que si la consume será víctima segura del cáncer.

En palabras de Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías de la IARC, consumir este tipo de productos en gran cantidad genera riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Pero ese riesgo, como cuenta Martha Suárez, profesora de toxicología de alimentos de la Universidad Nacional, es una probabilidad. Y esa probabilidad no sólo se puede presentar debido a los derivados cárnicos sino a muchas sustancias que pueden tener microorganismos o residuos de plaguicidas. “Lo que quiero decir es que la mayoría de lo que ingerimos tiene riesgos. Lo importante en este debate es que el aumento o la disminución de ese reisgo dependen de una dieta sana y equilibrada. Dependen, más que todo, de los hábitos alimenticios, de que se consuma de manera moderada”, asegura.

Su explicación la respalda el gastroenterólogo William Otero, profesor de medicina de esta universidad. Para él, establecer una relación directa entre el cáncer colorrectal y el consumo de carnes rojas no es un acierto, pues la enfermedad depende de muchos factores. “El consumo de carne no va a desembocar en cáncer. Quien lo padece tiene detrás un alto componente genético. El mayor riesgo, por ejemplo, es para los obesos, para quienes tienen diabetes y para quienes no tienen hábitos alimenticios saludables. Fumar también aumenta esa probabilidad”.

Según explica, desde hace mucho tiempo se sabe que las carnes rojas y grasas pueden estar relacionadas con algunas enfermedades, mas eso no quiere decir que deba suspenderse su consumo. De hecho, tal y como la Asociación Estadounidense de Cáncer lo registra en su página web, “presentar uno o incluso varios factores de riesgo no significa que la persona tendrá la enfermedad. La relación entre alimentación, peso y ejercicio con el riesgo de cáncer colorrectal es una de las más fuertes para cualquier tipo de cáncer”.

Ahora, si bien es cierto que las carnes procesadas aparecen en el grupo 1 de la IARC, clasificación en la que también están el cigarrillo y el aire contaminado, no se puede medir con el mismo rasero que para estos productos. Según cuenta Luis Jiménez en su libro Lo que dice la ciencia para adelgazar, citado por el diario El País de España, fumar una cajetilla entera incrementa el riesgo de padecer cáncer de pulmón en 1.500%. Eso quiere decir que, para que un trozo de tocineta le haga el mismo daño que el tabaco, usted tendría que comer unos 4,6 kilogramos diarios. Ojo: diarios.

Algo parecido ha dicho en un boletín la Organización Mundial de la Salud, a raíz del gran debate. “Se ha clasificado la carne procesada en la misma categoría que las causas de cáncer, como el consumo de tabaco y el amianto, pero eso no quiere decir que son igualmente peligrosos”. En su portal, incluso, tratan de responder muchas de las dudas que quedaron en el aire. “Entonces, ¿debo dejar de comer carne?”, se lee. “Se sabe que comer carne tiene beneficios para la salud. Muchas de las recomendaciones nacionales de salud aconsejan a las personas limitar el consumo de carne procesada y carne roja, que están vinculadas a un mayor riesgo de muerte por enfermedades del corazón, diabetes y otras enfermedades”.

Como lo afirmó ayer el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, hasta ahora se trata de una información que está en fase de estudio y que será útil para tomar precauciones en el futuro, pero no debería generar pánico.

Por Redacción Salud

 

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