Uno de los efectos no calculados de los fabricantes de cigarrillos electrónicos fue el riesgo de explosiones asociadas a estos artefactos. Un grupo de médicos de la Universidad de Washington reportó en una de las revistas médicas más prestigiosas, The New England Journal of Medicine, haber tratado a 15 pacientes con serias heridas y quemaduras tras explosiones de las baterías asociadas.
“Muchas personas no entienden el riesgo de las ´fugas térmicas´ en la que el recalentamiento interno de las baterías provoca un incendio o una explosión”, señalaron los médicos norteamericanos. Estas explosiones, consideradas raras, parecen estar aumentando a medida que se expande el mercado de los cigarrillos electrónicos que portan baterías de litio. En Estados Unidos, los medios de comunicación habían reportado 25 incidentes entre 2009 y 2014.
Entre los pacientes tratados en el Centro Médico de la Universidad de Washington, el 80% sufrieron quemaduras por las llamas, el 33% experimentaron quemaduras químicas y 27% heridas por la explosión. En cuanto a la localización de las heridas, el 20% se reportaron en la cara, 33% en las manos, y 53% en los muslos y la ingle.
“Sospechamos que con el creciente uso de cigarrillos electrónicos muchos hospitales alrededor del mundo van a notar un incremento en heridas relacionadas a explosiones de este tipo”, apuntaron los autores de la nota médica. Los pacientes suelen requerir un manejo multidisciplinario que involucra atención de urgencias, cirujanos plásticos, expertos en quemaduras e incluso psicólogos.