El domingo 3 de febrero se reportó en Filipinas la primera muerte fuera de China relacionada con un nuevo coronavirus. De acuerdo con informaciones preliminares, se trata de un hombre de 44 años, de nacionalidad china y natural de la ciudad de Wuhan, quien aparentemente había llegado a Filipinas ya contaminado con el coronavirus 2019-nCoV. (Lea “La pregunta es si estamos preparados para la llegada del virus” )
"Es el primer reporte de una muerte fuera de china" por esta causa, dijo a la prensa Rabindra Abeyasinghe, representante de la Organización Mundial de la Salud en ese país.
Esta primera muerte fuera del territorio chino ocurre en momentos en que un creciente número de países anuncia severas restricciones fronterizas para personas provenientes de China. Hasta el momento el número de infectados ha ascendido a 17 mil y ha habido 361 muertos relacionados con el 2019-nCov.
De hecho, la Comisión de Salud Pública de la provincia china de Hubei reportó 45 nuevas víctimas fatales en las últimas 24 horas.
Este incremento se registra en un momento complicado para China, pues muchos de sus habitantes empiezan a viajar luego de las vacaciones por el Año Nuevo Lunar que terminan el viernes, aunque las autoridades la han extendido hasta el lunes siguiente.
Empieza el cierre de fronteras
Ante la propagación aparentemente imparable de este nuevo coronavirus, numerosos países cerraron sus fronteras al ingreso de viajeros provenientes de China en una desesperada tentativa de limitar su exposición a la epidemia.
El virus ya ha alcanzado a más de una veintena de países, incluyendo España, el Reino Unido, Alemania, Rusia y Suecia, mientras que África y América Latina parecen, de momento, exentas de la epidemia.
En América Latina los gobiernos de Guatemala y El Salvador ya suspendieron el ingreso a su territorio a personas provenientes de China.
Estados Unidos ordenó medidas excepcionales para cerrar sus fronteras o para imponer la cuarentena a los viajeros procedentes de China, sobre todo del epicentro de la epidemia, la ciudad de Wuhan (centro) y la provincia de Hubei, sean o no estadounidenses.
Australia, por su parte, anunció el sábado que prohibía entrar a su territorio a cualquier persona no residente procedente de China, una medida similar a las anunciadas por otros países como Italia, Singapur y Mongolia, y que causaron malestar en Pekín.
Rusia se sumó, con la imposición de visas para turistas chinos y la suspensión de visas de trabajo para los ciudadanos de ese país a partir de la medianoche del sábado. Inclusive turistas chinos deberán ahora tramitar una visa.
China, por su parte, criticó la reacción de los países que adoptaron restricciones, alegando que era necesario evitar el "pánico innecesario" con la implementación de "medidas excesivas".
La OMS también advirtió de que las restricciones a la circulación podrían ser contraproducentes durante una emergencia sanitaria, por el riesgo de que perturben la distribución de ayudas y de lastrar la economía de los países afectados.