A mano alzada

Adios al emperador Akihito

Fernando Barbosa
27 de abril de 2019 - 05:00 a. m.

El próximo 30 de abril el emperador Akihito entregará el Trono del Crisantemo, en una ceremonia que no durará más de diez minutos, tras la cual llegarán a su fin las tres décadas de la era Heisei. Si bien la abdicación no ha sido un fenómeno extraño en la larga historia de Japón, el hecho es que no sucedía desde 1817 cuando se retiró Kôkaku, antepasado directo de Akihito.

El actual proceso de abdicación tomó varios años. En 2010 el emperador le comunicó a su Consejo Asesor el deseo que tenía de retirarse, pero en aquel momento el asunto no prosperó. Seis años después, el 8 de agosto de 2016, en una intervención televisada, Akihito hizo pública su solicitud para que se le permitiera abdicar. Como este evento no estaba previsto legalmente, fue necesario tramitar una reforma que se materializó el 9 de junio de 2017 cuando la Dieta aprobó los cambios en la ley que rige a la Casa Imperial.

Los rituales y el ceremonial para la despedida y la abdicación, que comenzaron el 8 de enero de este año, se extenderán hasta el próximo 30 de abril. Estos actos se realizan en los tres santuarios sintoístas que están en los predios del Palacio Imperial y en otros fuera de él, en especial en el Gran Santuario de Ise y en los mausoleos del primer emperador y de los cuatro emperadores más recientes. En tales ceremonias el mismo emperador o sus mensajeros informan sobre su retiro a la diosa Amaterasu, a los Espíritus Ancestrales de la familia imperial y a los emperadores mencionados.

Las fechas escogidas para la abdicación y la ascención al trono coincidieron con el Golden Week, que es el período más largo de vacaciones en Japón pues concurren cuatro fiestas nacionales: el Día del emperador Shôwa (abril 29), el Día de la Constitución (mayo 3), el Día Verde (mayo 4) y el Día de los Niños (mayo 5). A estos el gobierno añadió en esta ocasión como festivos el 27 y 28 de abril, el día de la abdicación (abril 30), el día de la ascención del nuevo emperador (mayo 1°) y el 2 y 6 de mayo. De tal manera, las oficinas públicas y las empresas estarán cerradas durante diez días.

Si bien el emperador Naruhito ascenderá el 1° de mayo, la ceremonia de entronización solo se llevará a cabo el 22 de octubre. Y después de este evento, los rituales y ceremonias continuarán hasta el 16 de abril de 2020 cuando su hermano, el príncipe Akishino, será promovido a la categoría de príncipe de la Corona. Como puede observarse, no se trata de una simple sucesión sino de la continuación de una larga y profunda tradición.

Por mandato constitucional el emperador es el símbolo de la nación y no puede intervenir en política. No obstante, Akihito, quien en adelante será llamado Jôkô o emperador emérito, deja como parte de su herencia la cercanía entre la Corte Imperial y el pueblo y la modernización de la familia imperial, cuyo símbolo de cambio es la emperatriz Michiko, quien al igual que sus dos nueras es de origen plebeyo. Sin embargo, no queda duda de que su mayor legado será la defensa de la Constitución pacífica de 1947 y el insistente llamado a la reconciliación tanto en lo local como en lo internacional que hace honor a Heisei, el nombre de su era: paz en todas partes.

 

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