Una de las lecciones más inspiradoras de la ecología proviene de su revelación de la capacidad regenerativa de los sistemas, donde el componente vivo tiene un potencial restaurativo impresionante; la ventaja de haber confrontado cambios ambientales por miles de millones de años. Sin embargo, desde que los seres humanos ocupamos y transformamos toda la superficie del planeta, los procesos de recuperación requeridos para mantener su funcionalidad han sido severamente alterados, muchos de manera irreversible y letal. De ahí que la restauración represente una de las metas más urgentes de la cultura: afrontar los efectos negativos (no todos lo son) de las transformaciones de los ecosistemas, utilizar el inmenso conocimiento (no las creencias) que también hemos construido durante esa experiencia y aplicarlo en un proceso de rediseño planetario casi tan complejo como el que necesitaremos para colonizar otros planetas: ¡porque ya estamos en un planeta extraño!
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Apuestas regenerativas
17 de septiembre de 2020 - 05:00 a. m.