Así no somos viables

Santiago Montenegro
26 de noviembre de 2018 - 05:00 a. m.

Al conocer que solo se recauda en impuestos un 14 % del PIB, un genio de la economía mundial dijo, hace poco en Bogotá, que Colombia es un país inviable. No digo su nombre, porque esta afirmación la hizo en privado, pero, si no enmendamos pronto esta situación, tendremos que darle la razón.

El problema es el siguiente. Después de la Constitución de 1991, hemos pretendido construir un Estado Social de Derecho o un Estado de Bienestar, como lo llaman en Europa, y, por lo tanto, contar con coberturas universales en salud, riesgos profesionales y riesgos de la vejez, entre otras, pero hemos sido incapaces de incrementar los ingresos para financiar todos esos programas. Nuestra economía es altamente informal y, por ello, muy pocas personas y muy pocas empresas declaran renta y pagan impuestos. Por la misma razón, el recaudo de impuestos indirectos, como el IVA, es muy bajo comparado con el de otros países. De esta forma, cuando hay una reforma tributaria, el peso de los mayores tributos cae sobre las pocas empresas y las pocas personas que pagamos impuestos.

En Colombia, se estima que existen un millón y medio de empresas, pero solo unas 440.000 declaran renta, es decir, un 30 %. De ellas, tan solo unas 3.500 pagan el 80 % de los impuestos de las personas jurídicas. Como son tan poquitas, no sorprende que, aquí, la tasa del impuesto de renta a las empresas sea una de las más altas del mundo, según cifras de la OCDE.

En los recaudos del impuesto a las personas naturales pasa algo parecido. Mientras en España, país que tiene unas cifras de población y de trabajadores muy similares a las nuestras, declaran renta 19 millones de trabajadores, en Colombia solo lo hacen 2,6 millones. Más preocupante aún, aquí ni siquiera hemos logrado que declaren impuesto de renta todos los trabajadores formales, que son unos 8,5 millones, de los 22 millones de ocupados. Para ilustrar mejor este punto, es muy útil mencionar que, en Colombia, solo se comienza a pagar impuesto de renta a partir de un nivel igual a 3,2 veces el salario medio ($1,2 millones). Como contraste, en España comienzan a pagar impuesto de renta todos los salarios que están en niveles situados en un 20 % por debajo del salario medio. La cifra correspondiente de Chile es 40 % por debajo del salario medio. Entiéndase bien: ¡en estos países se comienza a pagar impuesto de renta desde niveles inferiores al salario medio!

Ahora bien, como aquí no ha sido posible hacer que la mayoría de los asalariados paguen impuestos, lo lógico sería hacer que lo hagan a través de impuestos indirectos, como el IVA, realizando devoluciones a los sectores más vulnerables de la población. Pero eso tampoco se ha podido, pues la base de este impuesto y su recaudo son bajísimos con relación a los de otros países. Por todas estas razones, este genio de la economía mundial dijo hace pocos días que Colombia es un país inviable. Y eso que no sabe que, después de impuestos, la distribución del ingreso no mejora y que muchos subsidios del gobierno se van a los ingresos más altos. Esperemos que, quizá, cuando vea esas cifras, sí se atreva a decir en público lo que ahora solo dice en privado.

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