Publicidad

B.B. King y Lucille

José Miguel de La Calle
25 de mayo de 2015 - 03:00 a. m.

Riley Ben King (llamado B. B. King por Blues Boy King), muere a sus ochenta y nueve años y lo primero que me viene a la mente es el nombre Lucille, con el que King llamó a su guitarras Gibson ES-335, a lo largo de su carrera.

Dice la historia que Lucille era el nombre de una mujer por quien dos hombres pelearon, provocando un incendio en el momento de una de las presentaciones del artista en Arkansas, lo que desencadenó el desalojo del recinto. La guitarra, que estuvo a punto de convertirse en cenizas, fue rescatada por el propio King, quien –luego de lo ocurrido- decidió bautizar su simbólica guitarra con el nombre de aquella mujer.

King nació en una pequeña población, Indianola, en Misisipi, en una región que -aparte de semilla cultural- fue epicentro de la segregación racial, donde se originó el Consejo de Ciudadanos Blancos del Ku Klux Klan. Sus primeros años de duras jornadas de trabajo en la plantación Barrat se fueron diluyendo en la medida en que King se incorporaba al mundo de la música a través del Góspel y luego, de forma definitiva, cuando su pariente -Bukka White- le regaló su primera guitarra.

Su álbum más conocido, Live At The Regal, deja saber que el concierto que brindó aquella noche fantástica el mes de Noviembre 1964 en el Regal Theatre de Chicago llegó rápidamente a su cúspide cuando se oyen las primeras notas de Sweet Little Angel, pasando luego al clásico How Blue Can You Get, en donde la guitarra se deja llevar aún con mayor desenfreno y las notas de toda la banda se pueden apreciar con luminosa claridad.

Permitirse el gusto de dejarse llevar por la espléndida guitarra que domina la versión original de Why I Sing the Blues conlleva el riesgo de quedar extendido a los pies de este mágico blusero, sin mayor capacidad de espabilarse.

Solía decir el Rey del Blues durante sus presentaciones una frase -que con el tiempo se hizo famosa- “Everyday I have the Blues”, en un interesante juego de palabras que rememora el sabor taciturno de este genero musical que, no obstante la exuberancia que arroja la mezcla de la armónica con la guitarra, nunca deja de conectar al oyente con un rasgo subyacente de cruda melancolía.

No se debe olvidar que el nombre de este ritmo de origen africano hace precisamente referencia a la cadencia y las letras tristes que sirven de disculpa para la más elocuente expresividad. Para saborear la esencia blusera más profunda, vale la pena remontarse a la gran interprete de los años 20, Memphis Minnie (Down in the Alley, Black Cat Blues), donde resulta sencillo apreciar la técnica original a dos momentos: el lamento en forma de grito y su respuesta musical. Esta mujer de mal suceso en su vida personal, cantaba I’m a Bad Luck Woman, anticipándose a lo que fueran sus infelices días finales. Otra manera de llegar a lo profundo de la guitarra del Blues es a través de Peter Green, a quien B.B. King denominó como “el único hombre que me llegó a hacer sudar”, y quien -mucho después de su época blusera- fundó la banda Fleetwood Mac.

Aún cuando una característica de este genero musical es la incorporación de solos de guitarra, como ocurre luego con el rock y otros géneros, la guitarra del Blues es única y diferente: Con el vibrato y otras técnicas superiores, la guitarra se torna más expresiva, sugestiva, como si cantara y tomase a veces el rol de la voz principal y el control de toda la escena.

Robert Johnson, el más emblemático representante del Delta Blues, y quien murió a los 27 años de edad, también es un vehículo fácil para adentrarse en las notas del Blues, al comando de una guitarra maravillosa que se combina de manera totalmente espontanea y armónica con su voz inconfundible, adornada con sorprendentes falsetes. La obra de Johnson, que se limita a 29 canciones, sirvió de indiscutible inspiración a muchos de los más elevados representantes de la música rock de los años 70s.

Con la muerte de B. B. King desaparece el más grande todos los tiempos del Blues, influencia directa para una generación musical, no sólo hacia adentro del Blues, sino también para el Rock Británico y Norteamericano.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar