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“124.734 es el número actual de personas de las que no conocemos su ubicación. Entre ellas está Andrés Camilo Peláez Yepes”: Adriana Cooper
“124.734 es el número actual de personas de las que no conocemos su ubicación. Entre ellas está Andrés Camilo Peláez Yepes”: Adriana Cooper
Foto: Valentina Arango Correa

Hace tres años, por estos días, me atreví a contarles una historia personal: despedí a mi papá en una Unidad de Cuidados Intensivos. Y quise hacerlo para acompañar a tantos que despedían a sus familiares por aquel virus destructivo.

Por aquellos días, Ana Cristina Restrepo, una periodista a la que admiro, me dijo algo que se sigue cumpliendo: esa falta nunca se iría, más bien, yo aprendería a vivir con ella.

Una tarde, en el afán por llegar a tiempo, dejé encendidas las luces del carro y al regreso, ya con el cielo vestido de noche, lo encontré apagado y sin respuesta. En momentos así y en otros peores y mejores, yo lo llamaba a él....

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Pablo(88449)11 de enero de 2025 - 06:25 p. m.
Este cínico país se acostumbró a las desapariciones desde que apareció el de "gatillo firme/ fosa grande" este insensible corrompió hasta los hijos. Y este pueblo Colombiano insolente e indolente lo sigue teniendo como su amo su ídolo que lo obedece como borregos. Lamento grandemente lo de Andrés Camilo Peláez Y y demás personas dadas por desaparecidas. Buena columna Adriana.
Hernando(58851)11 de enero de 2025 - 12:29 a. m.
Si la UBPDD tiene estudiados, los posibles motivos para que una persona desaparezca, forzadamente, creo que las familias, posibles víctimas de tan atroz delito, pudieran prever, de alguna manera, este suceso.
Oscar(36876)10 de enero de 2025 - 04:02 p. m.
Adriana. Dile a la mama de esa persona desaparecida que si se va a esperar a comisiones prometidas por este gobierno para investigar a los desaparecidos, mejor que se encomiende a la divian providencia porque con este goberino no es nada.
Hector(31467)10 de enero de 2025 - 02:59 p. m.
Las bestias insensibles que desaparecen no se inmutan por el dolor que causan. Tengamos la esperanza de que el ingeniero y muchos más regresarán, o que ya dejaron de sufrir. Y a sus familias templanza y resignación. Qué más queda?. Este país es así desgraciadamente. Mucha maldad y violencia.
Gines(86371)10 de enero de 2025 - 01:39 p. m.
Si esta columna se la comentaran al matarife (él no lee), Adriana, se encogería de hombros. Las Miles de madres despojadas miserablemente de sus hijos, con el beneplácito de este miserable asesino, claman por justicia y se unen a los colombianos honestos, la mayoría, quienes somos solidarios con el dolor de un pueblo sumido en el crimen por este malhechor que sigue tan campante como si nada. !No hay derecho!
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