Publicidad

¿Revocar a un alcalde?

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Adriana Cooper
07 de enero de 2021 - 03:00 a. m.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Un suceso fuera del guion tradicional de enero ocurrió el lunes 4 en Medellín: un grupo de personas llegó hasta la Registraduría para poner a rodar una iniciativa que busca revocar al alcalde, Daniel Quintero. Este hecho nunca había ocurrido en la historia local. En estas calles, los desacuerdos con los gobiernos generalmente han caído en la indiferencia, han sido negociados o se han esfumado entre los oficios cotidianos.

A diferencia de otras ciudades latinoamericanas, aquí no suele haber protestas frecuentes y multitudinarias por temas generales (como el aumento del transporte o los servicios públicos) o específicos (la legalización del aborto, las condiciones de médicos y profesores, la desaparición de mujeres). Por eso, independientemente del resultado o los proponentes, la revocatoria es reflejo del malestar de una parte de la ciudad ante la incapacidad de la administración actual para crear unidad, diálogo, comunicar bien y dar confianza.

Lina Guisao, politóloga y experta en comunicación política, ve como positivo que la ciudadanía se manifieste, pero no cree que una revocatoria sea el mecanismo de participación más apropiado para lograr un cambio en el gobierno local y ahora. Cree que la idea de una revocatoria aumentará la polarización (es conmigo o contra mí), dará visibilidad a ciertos actores políticos y convertirá este ejercicio en un ensayo para medir el pulso de las próximas elecciones presidenciales. Recuerda los escenarios posibles: que la revocatoria cumpla su efecto (aunque Daniel Quintero sepa moverse muy bien en los escenarios polarizados, el apoyo que tenía como candidato no es el mismo que tiene ahora como gobernante) o que el actual alcalde se quede en el poder (fortalecido y con unos sectores de la ciudadanía divididos).

Juan Jaramillo, uno de los líderes del movimiento de revocatoria, aclara que esta no es una iniciativa del uribismo, “como han hecho creer para desacreditar”. Dice que este movimiento está integrado por personas de ideologías variadas y cuenta con el apoyo de más de 4.000 voluntarios decididos a reunir las 91.100 firmas válidas exigidas por la Registraduría.

Explica haber escogido este mecanismo porque la veeduría no podrá obtener cambios rápidos y al ver “la corrupción actual en Medellín”.

Ante el inicio de otro año pandémico y la historia de la ciudad (el exalcalde Alonso Salazar y el arquitecto Jorge Pérez cuentan en sus libros cómo Medellín logró vencer crisis recientes gracias al diálogo, la creación de instituciones y la unidad), es conveniente que el actual alcalde y su equipo conversen con sectores diversos para trabajar junto a ellos; esto no exime las opiniones distintas. Sin embargo, eso no ocurre ahora y los ánimos se agitan: Juan Carlos Upegui, secretario de la No Violencia respondió un trino del alcalde Quintero, a propósito del Centro Democrático: “Si están buscando nombres les propongo uno, el regreso de las momias”. En su libro Qué es ser antioqueño, Pedro Adrián Zuluaga escribe un capítulo final titulado “Imaginar una nueva casa”. Ahí cita a Darío Lemos, a Jotamario Arbeláez y habla de “reinventar los afectos”, invocar la solidaridad y la presencia, la de gente que se guía entre iguales, como habitantes de una casa común. Esa donde no hay ellos y nosotros.

Conoce más

Temas recomendados:

 

María(60274)08 de enero de 2021 - 04:00 a. m.
Las cosas no han cambiado, la gente no quería nada con el centro demoníaco, y por eso votamos por Daniel Quintero y esa opinión no ha cambiado, al contrario, estamos más que seguros que en este momento no hay NADIE mejor que él, por eso votamos por Anibal Gaviria a pesar de estar investigado, porque a pesar de todo uno del centro demoníaco es un pillo completo.
María(60274)08 de enero de 2021 - 03:40 a. m.
Los pillos de Medellín son los que no quiere a Daniel Quintero!
María(60274)08 de enero de 2021 - 03:38 a. m.
Tan sencillo cono que Daniel Quintero les sacó los trapotes sucios a todos eso pillos que se creen dueños de Medellín. El error para ellos de Daniel Quintero es que no se hizo el de la vista gorda y muy valientemente los hizo quedar en evidencia de sus delitos y corrupción.
mauro(39500)08 de enero de 2021 - 01:26 a. m.
Pobrísima columna, se queda en el qué sin indagar el porqué. Cita a una politóloga para deslizar su color político a través de ella, y, para terminar, acude a las momias nadaístas que nada pintan con el verdadero modo de ser del antioqueño, el emprendedor, el que tiene los pies sobre la tierra y no anda perdiéndose en ensoñaciones y quimeras. Análisis político, cero; es solo otra militante más.
  • Arturo(82083)08 de enero de 2021 - 04:17 a. m.
    Quedijo? Que dijo? fue la pregunta al leer la columna. Si no fuera porque ya antes salio del closet militante del movimiento , se diria que el nuevo año la cogio sin tema para escribir. Peor que su nulo analisis politico es su actitud como amplificadora de acusaciones infundadas. Tienen mas credibilidad las pruebas de Trump sobre fraude electoral que las de sus amigos sobre corrupcion del alcalde
Jahir(13183)08 de enero de 2021 - 12:05 a. m.
El GEA grupo empresarial Antioqueña, ha asumido la posición de propietarios de la vida paisa. Ponen mandatarios y pretenden acabar con quien no se somete. La realidad de Hidroituango, gracias a Daniel Quintero, ya la conoc el país, es un nido de corrupción. La corrupción en Colombia se tiene que acabar, eligiendo mandatarios honrados y con carácter para derrotar los vicios heredados.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.