Tres historias de mayo

Adriana Cooper
13 de mayo de 2021 - 03:00 a. m.

Mayo trajo protestas, lluvias, noticias de guerras y anuncios que quiebran la voz o el corazón de algunas mamás en su mes tradicional. En medio de ese panorama oscuro, también hay historias con luz:

Adiós a los estratos

¿Quién va a ser el gobernante con la valentía para acabar los estratos? Si uno revisa la historia de Colombia y regresa a los tiempos coloniales, puede percibir el inicio de las clases, de un sistema de estratificación que divide a la gente de acuerdo con su ingreso o riqueza material. Cuando se habla de ese tema, algunos expertos mencionan sus bondades: la posibilidad de generar un pago más equitativo de los servicios públicos domiciliarios, según la Ley 142 de 1994 que fija el llamado régimen tarifario. Sin embargo, el tema va más allá. Generalmente el estrato va asociado a un rótulo, al estigma o a un estereotipo: los que viven en aquellas calles se comportan de esta forma, por aquel lugar caminan personas así, a estos se les manda la policía. O no. Un noticiero ha hecho la división entre ciudadanos e indígenas, y el presidente Iván Duque pidió a las comunidades volver a sus “resguardos”. No se trata de ellos o nosotros, al final somos colombianos. Aunque tengamos diferencias, el origen o el barrio no deben convertirse en el privilegio o en la desventaja para relacionarnos.

La fuerza de la gente

Hace unos días, la gente del periódico Vivir en El Poblado, de Medellín, me asignó una misión: ir a un pedazo de tierra que existe en el municipio de Envigado. La idea era hablar con los vecinos, gente que se opuso a una constructora que pretendía levantar una torre de edificios en un espacio con densidad notable y donde la tierra libre y con siembra se estaba agotando. Después de recursos legales, protestas y argumentos, la justicia dio la razón a los vecinos que ahora plantan, cuidan, siembran, se saludan con su nombre y hablan sobre sus perros en un sitio llamado Parque de las Mariposas. En medio de tanta protesta, noticias de muerte, opresión de la Fuerza Pública y discursos insulsos del presidente, reconforta ver gente unida y fuerte.

La no violencia de Quintero

De repente, el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, ha dicho ser un abanderado de la doctrina de la no violencia. Sería una buena noticia si no fuera porque, después de tanta agua corrida, a uno le cuesta creer su interés genuino en asumir esa filosofía. Desde que empezó su mandato, Quintero ha chocado con empresarios, con partidos tradicionales, ha mentido y ha respaldado a personas que no tienen nada que ver con las ideas de Gandhi y sus seguidores. En Twitter y a propósito de este tema, el profesor Memo Anjel mencionó una premisa importante de Confucio: “Un hombre superior (en la virtud) es modesto en su discurso y superior en sus acciones”. En este caso, suele ocurrir lo contrario: habla primero (a veces sin piso) o sometido por el impulso evidente.

Hace unos días y después de defender la mencionada doctrina, dijo que en Medellín no “tenemos personas dadas por desaparecidas en las marchas”, solo se trata de “personas perdidas”. La Secretaría de Inclusión habló de 30 personas que aún no llegan a sus casas. Por fortuna los ciudadanos están más vigilantes y ya existen medios como El Armadillo o Vorágine que, con apoyo nuestro, pueden seguir con su luz.

Temas recomendados:

 

Arturo(82083)14 de mayo de 2021 - 01:47 a. m.
Pone en tela de juicio la doctrina de no violencia de Quintero, sin pruebas ni evidencias y olvidando que la primera critica a su administracion fue precisamente su actitud indulgente frente a una manifestacion donde se quebraron algunos vidrios. Destaca que hay 2 medios opositores poniendole lupa a dicha doctrina, y a eso lo llama "historia de luz" El fanatismo sectario enceguese
Raúl(55204)14 de mayo de 2021 - 01:45 a. m.
Otro ejemplo de confundir enfermedades (pobreza, desigualdad y discriminación) con síntomas (estratificación y segregación). Con atacar los síntomas no se cura la enfermedad. Vivimos en una sociedad que normaliza la discriminación y el clasismo, pero estigmatiza la estratificación socioeconómica (una simple clasificación).
Atenas(06773)13 de mayo de 2021 - 02:02 p. m.
De vez en cuando viene bien.... quisquillas como estas q' son d giro corriente en nuestra alocada realidad mientras seguimos dando vueltas en la noria d nuestra sempiterna realidad. Malandrines como D. Quintero, el P. Iglesias español, tendrán merecido final. O alegrarnos hoy porq' unos se quedan con un lote d tierra pa sembrar, es ignorar q' mañana será su desgracia, es un pasaporte al fracaso.
Mar(60274)13 de mayo de 2021 - 04:24 a. m.
Cuando vi columna pensé, hoy dejaría de escribir sobre Daniel Quintero? pero no. La segunda historia, muy reconfortante, pero remató otra vez atacando a Daniel Quintero porque le quiere recuperar a Colombia $9 billones de Hidroituango a un contratista por incumplimiento de contrato, dinero que la mafia del GEA quiere hacer desaparecer. No entiendo cuál es su interés en que ese dinero no se cobre.
-(-)13 de mayo de 2021 - 04:22 a. m.
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