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Dos disparos en la noche. Una amena jornada en un barco termina en tragedia. Una bala hiere gravemente a un joven de 19 años que morirá después de múltiples cirugías, la amputación de una pierna y varios meses de agonía. Esto sucedió en la noche entre el 17 y el 18 de agosto de 1978 en las aguas cerca de la isla de Cavallo, en Córcega. La víctima fue Dirk Hamer y el presunto homicida se identificó como Vittorio Emanuele di Savoia, el príncipe heredero, quien, siendo niño, fue exiliado junto a la familia real cuando Italia, mediante un referéndum, decidió establecer una república y abolir la monarquía. Vittorio Emanuele fue arrestado y después liberado. En 1991 protagonizó un proceso en París muy cuestionado que lo declaró inocente. En 2006, cuando se encontraba en una cárcel por corrupción, hablando con unos compañeros de celda, confesó haber matado al joven Hamer y haberse burlado de la justicia francesa.
Esta trágica historia está ahora narrada en la serie documental El príncipe, en Netflix. Es la historia del desequilibrio entre quienes tienen poder y quienes no, y de cómo la ley finalmente no es necesariamente igual para todos. También es la historia de la lucha solitaria por la justicia que Birgit, la hermana de Dirk Hamer, emprendió durante décadas. La autora de la serie es Beatrice Borromeo, de 37 años, quien en realidad no es una observadora neutral. De hecho, se trata de la hija de la mejor amiga de Birgit. Por ende, desde su infancia ha oído hablar de la trágica muerte de Dirk Hamer y considera a Birgit como una tía. A pesar de su proximidad con la historia y sus víctimas, Borromeo logra mostrar en su humanidad a todos los protagonistas, incluso al príncipe Vittorio Emanuele, con quien tuvo una larga entrevista. No lo transforma en un monstruo y no lo reduce al grave error que cometió en su vida. Al mismo tiempo, no minimiza su responsabilidad ni los hechos contundentes.
Beatrice Borromeo logra este equilibrio difícil y delicado porque se pone en un plan de escucha atento y genuino. “Cuando confías en el valor de la escucha y del encuentro”, señala la autora en una entrevista para Vanity Fair Italia, “entonces desvanece la categoría del monstruo, del villano”. Creo que en esas palabras y actitudes está realmente el quid de esta serie documental. En tiempos en los que nos sentimos condenados a la polarización y la perpetuación del enemigo, proponerse escuchar y encontrar tiene algo de valor. “En ellos quise buscar y encontré un lado humano”, dice Beatrice Borromeo hablando del príncipe y su familia. “Esto no borra los hechos, pero les da una versión más clara”, agrega. En última instancia, escuchar y encontrar es una forma noble y eficaz de emanciparse del pasado. ¿Qué tal, entonces, si asumiéramos más el riesgo de escuchar y encontrar a quien piensa de manera distinta, ha cometido errores o es un victimario? Sería la oportunidad de humanizarnos.
