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La maldita obsesión con la perfección

Aldo Civico
14 de enero de 2025 - 05:05 a. m.
"'La Sustancia' invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar el proceso natural del envejecimiento como una parte esencial de nuestra autenticidad personal": Aldo Civico.
"'La Sustancia' invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar el proceso natural del envejecimiento como una parte esencial de nuestra autenticidad personal": Aldo Civico.
Foto: Cortesía - MUBI
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¿Alguna vez te has sentido presionado por cumplir con estándares imposibles de belleza o éxito? Recuerdo el día en que aparecieron mis primeros cabellos blancos. Fue, junto a otros signos, la señal más evidente de que mi juventud era una realidad del pasado. Durante un tiempo, me engañé tiñendo mi cabello, convencido de que la belleza y la juventud necesariamente debían coincidir. Reflexioné sobre esta experiencia, así como sobre muchas conversaciones que he tenido con amigos, después de ver la película La Sustancia (The Substance), un impactante thriller protagonizado por Demi Moore que combina el horror con una crítica incisiva a la obsesión por la perfección y la juventud.

La trama sigue a Elisabeth Sparkle, una supermodelo de 50 años que es despedida de su carrera por considerarla “demasiado mayor”. Desesperada por recuperar su juventud y relevancia, Elisabeth recurre a una droga experimental obtenida en el mercado negro. Esta sustancia genera una versión más joven de sí misma, llamada “Sue”, interpretada por Margaret Qualley. Aunque al principio parece haber logrado su objetivo, Elisabeth pronto se enfrenta a terribles efectos secundarios y consecuencias devastadoras. Por su magistral interpretación, Demi Moore ganó un Globo de Oro como Mejor Actriz en 2024.

La Sustancia invita a reflexionar sobre la importancia de aceptar el proceso natural del envejecimiento como una parte esencial de nuestra autenticidad personal. De hecho, Elisabeth encarna la lucha interna entre el deseo de aceptación externa y la necesidad de autoaceptación. Resalta la importancia de construir la autoestima desde el interior, en lugar de depender de factores externos como la apariencia; algo que, en la era del culto al selfie y la cirugía estética, parece ser cada vez más complicado. Este culto no está exento de consecuencias. El recurso de Elisabeth a una droga experimental refleja cómo el miedo al rechazo o al envejecimiento puede llevar a decisiones extremas y riesgosas. En última instancia, la búsqueda de una versión “perfecta” puede generar una desconexión profunda con nuestro “Yo auténtico”.

La alternativa es tomar decisiones desde un lugar de amor propio y claridad, en vez de actuar por miedo o presión externa. De hecho, La Sustancia es también una invitación a abrazar la imperfección como una fuente de humanidad y belleza genuina. Subraya la importancia de vivir auténticamente, aceptando quién eres en cada etapa de la vida y reafirma la necesidad de priorizar el bienestar integral sobre las apariencias externas. El dramático descenso de Elisabeth en la historia puede convertirse, quizás, en una invitación para nosotros al autodescubrimiento; nos recuerda que las crisis, aunque dolorosas, pueden ser catalizadoras para encontrar un propósito más profundo. Finalmente, La Sustancia nos ofrece una poderosa metáfora para reflexionar sobre el equilibrio entre la autocompasión, la autenticidad y la resistencia frente a las expectativas externas.

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Jose(adh7f)15 de enero de 2025 - 05:42 a. m.
Vivimos de las paraciencias , el que aparenta sirve el que no es ordinario. Segun los que saben, sino aparentamos, es que no tenemos autoestima.
GARCIA(77772)14 de enero de 2025 - 06:26 p. m.
Excelente columna 👏👏
Carlina(32547)14 de enero de 2025 - 05:09 p. m.
Otra gran lección de higiene sentimental que nos da este columnista iluminado. ¿Dónde queda su iglesia? Me quiero afiliar!
gisela(32120)14 de enero de 2025 - 05:03 p. m.
ufff...que reflexión tan profunda. Mañana mismo, dije mañana...? Hoy mismo me pongo en la tarea de "...tomar decisiones desde un lugar de amor propio y claridad, en vez de actuar por miedo o presión externa..."; cómo no lo pensé antes...? he debido parecer una tonta todo este tiempo. Gracias, Dorian Gray.
Atenas(06773)14 de enero de 2025 - 03:55 p. m.
Aldo, vi en USA la versión en inglés de la cinta- The Substance- con la voz auténtica de la bella D. Moore y me recordó a la igual/ bella C.Deneuve, par de mujeres q’ así interpreten roles q’ reflejen el paso de los años quizá en ellas no ocurrirá con tal desmesura si a juzgar vamos cómo se las ve hoy.Y no sin desconocer q’ el añejamiento más les pega a ciertas féminas q’ se resisten a vivir el proceso de pasar de bella a marchitada flor, cual la mítica G.Garbo q’ se recogió a los 36 años.Atenas
  • Gines(86371)14 de enero de 2025 - 04:54 p. m.
    ¡Ay, atenitas! ¡Sabe más una gallina de chupar helados, que tú de cine! No obstante, espero la veas para que, de una buena vez, desistas de cambiar de sexo. Ya con un pie en el estribo, es necesario que estés en jaculatorias permanentes y con una camándula en ristre, y por fin entiendas que tu cuarteado y desvencijado cuero no resiste un alargue más, jajajajaja. ¡Sorry, tontico!
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