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La pregunta ineludible

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Aldo Civico
12 de marzo de 2024 - 02:05 a. m.
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Invité a mi sobrino a comer una pizza. Es un ritual que tenemos cada vez que visito a mi familia en Italia. Entre un bocado y otro, lo entrevisto para explorar su vida: qué le interesa, qué siente, con quién sale, qué sueña. Soy un tío metido. Pero esta vez, fue él quien me hizo una pregunta. “Tío, ¿por qué haces lo que haces?”. ¡Qué pregunta! Fue como las luces altas de un coche que se acercan y te ciegan y desorientan por un momento. No la esperaba. Tomé un sorbo de cerveza. Encontré la respuesta en los rincones más profundos de mi memoria. Una imagen se presentó en mi conciencia como un chorro de gas al llegar a la superficie desde los meandros de la tierra. Le conté lo siguiente.

Cuando estaba en primaria, había días en los que regresaba a casa y encontraba a mi papá preparando el almuerzo. Entonces, ya sabía. La mamá no estaba bien. Iba a su cuarto y la veía tirada en la cama, acostada de lado, mirando a la pared. A veces lloraba. Eso pasaba cuando tenía sus crisis de nervios y se hundía en una profunda depresión. Se me destrozaba el corazón al verla así. Quedaba paralizado y hasta me daba temor acariciarla o abrazarla. Quisiera haber podido absorber su sufrimiento y quitárselo, pero no sabía cómo hacerlo. Me sentía completamente impotente. Me quedaba mirándola unos minutos. Luego, sin hacer ruido, salía del cuarto e iba a comer lo que tu abuelo había preparado, que siempre era lo mismo: arroz con salsa de quesos.

La impotencia que sentí ante el sufrimiento de mi mamá es lo que me impulsa a hacer lo que hago hoy. También hubo un tiempo en mi vida en que me sentí impotente ante mi propio sufrimiento, pero eso te lo cuento otro día. Por esa experiencia de niño, ante el sufrimiento de mi mamá, hoy mi propósito es liberar a la humanidad del sufrimiento. El sufrimiento es como una cadena que te impide vivir libre. Te mantiene secuestrado porque eres un rehén de tus miedos, inseguridades, dudas, traumas. Es tu ego dominando tu vida y haciéndote sentir más pequeño de lo que eres. Pero debajo del sufrimiento hay una fuerza vital que quiere despertar; hay un héroe que quiere revelarse. Hay un potencial esperando realizarse.

Por eso hoy, me dedico a entrenar a personas que no quieren vivir limitadas, a liberarse del sufrimiento. Lo hago sobre todo entrenando en una técnica psicosensorial innovadora y revolucionaria que se llama Havening; además, acompaño a personas, emprendedores y atletas en todo el mundo a conectarse con su propósito de vida. Porque al vencer el sufrimiento, vives una vida sin límites, y eso es posible para todos, incluso si has sobrevivido a los traumas más profundos.

¿Por qué haces lo que haces? No podemos eludir esta pregunta si queremos alcanzar la plenitud en nuestra vida. Debemos encontrar la respuesta a esta pregunta si queremos vivir sin límites, libres de sufrimiento. Porque conectarnos con nuestro porqué más profundo nos vincula a nuestra motivación intrínseca; es como tener una fuente inagotable de energía que hace progresar nuestra vida.

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Lucila(60806)14 de marzo de 2024 - 03:10 p. m.
Aldo,quê labor tan bonita y quê falta que nos hace a todos,porque pocas veces sabemos,cômo dominar nuestra condiciôn ,sufrimos y hacemos sufrir a los que mâs queremos. Gracias. Muy sabio tu sobrino.
Norma(12580)12 de marzo de 2024 - 07:03 p. m.
Es loable revisar las experiencias dolorosas, para intentar construir caminos que permitan contribuir a superarlos y mejor aún, ponerlos al servicio de otras personas. Gracias.
  • Elsy(72782)13 de marzo de 2024 - 02:10 a. m.
    Los argumentos se responden con argumentos y no con ofensas surgidas de la emoción irracional. Solicito respeto y dignidad humana con el Señor Aldo Cívico, que ha tenido en este artículo el valor de compartir intimidades y de contarnos sus compromisos por afrontar el sufrimiento. Y a Aldo Cívico mi admiración y gratitud por todos sus artículo que semanalmente nos compartes, este artículo de hoy me ha parecido maravilloso. José Humberto Duque Médico Bioeticista Medellin
conrado(xybxp)12 de marzo de 2024 - 03:45 p. m.
Apenas adoras a Petro.No lo sueltas.
Atenas(06773)12 de marzo de 2024 - 01:48 p. m.
Aldo, tener el valor de contar tan honda pena y a corta edad al ver la madre rendida por un trance nervioso y al padre supliéndola en funciones de ramplona manera, de hecho ha de dejar profunda huella q’ pa mi bien explica el x qué te ocupas en lo q’ nos cuentas.Y siendo así, qué bien le caería al país quitarse el sufrimientos q’ le causa el sicópata Petro, q’ cual orate se las pasa en disparates. Plugo a los dioses q’ encuentres la forma y nos hagas el fv. y la gratitud sería eterna.Atenas.
Fernando(82681)12 de marzo de 2024 - 01:44 p. m.
Presuntuoso, otro de los problemas de este mundo, los falsos mesias y los que pregonan falsas autoayudas
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