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Roberto Cavalli, éxito y exceso

Aldo Civico
16 de abril de 2024 - 09:05 a. m.

Roberto Cavalli, profundo observador de la naturaleza, solía afirmar que Dios era el supremo estilista, motivo por el cual lo imitaba. El célebre diseñador italiano falleció hace unos días a los 83 años. Guardo de él un recuerdo personal. Me encontraba de vacaciones en Cerdeña, hospedado unos días por un amigo quien había alquilado un modesto yate, anclado no muy lejos del majestuoso yate de Roberto Cavalli, que mutaba de color, del índigo al verde. Desde aquel yate emanaba música electrónica de manera constante, convirtiéndolo en el epicentro de una fiesta interminable. La estética del yate, la música, las celebraciones: todo reflejaba el gusto de alguien que veneraba y exaltaba el exceso. De hecho, Roberto Cavalli sostenía que el exceso y el éxito son intercambiables cuando se ofrece algo único, distinto y seductor.

El estilo de Roberto Cavalli, caracterizado por su exceso, se manifestó tanto en su moda como en su vida personal, vivida con una intensidad desinhibida y audaz. Nació en Florencia en 1940. A la temprana edad de cuatro años, perdió a su padre, Giuseppe, quien fue asesinado por soldados de Hitler, un suceso tan traumático que Cavalli quedó mudo hasta los dieciocho años. Tal vez fue durante esos años de dolor que comenzó a forjar en su imaginación el mundo fantástico que más tarde plasmaría en sus creaciones de moda. Siguiendo los pasos de su abuelo, un destacado impresionista, Cavalli estudió en la Academia de Bellas Artes de Florencia. Durante los años sesenta, al patentar una técnica de estampado sobre piel, Cavalli captó la atención y el aprecio de prestigiosas casas de moda como Hermès y Pierre Cardin.

La pasión de Roberto Cavalli siempre fue la búsqueda incansable de aquello que otorga singularidad a un tejido, a un atuendo, a una mujer. Reconocido mundialmente por transformar a las mujeres en figuras felinas, exaltó su feminidad a través de estampados y diseños inspirados en el mundo animal y salvaje. Por esta razón, en 2010, el New York Times lo denominó el rey del “animalier”, término que se refiere a los tejidos que simulan la piel de diversos animales salvajes. Cavalli celebró la sensualidad femenina con bordados, corsés, minifaldas ajustadas y pantalones de talle bajo que desafiaban la modestia. Sostenía que a todas las mujeres les gusta sentirse sexis y que su misión era ayudarlas a lograrlo. “Hay mujeres que pueden sentirse intimidadas, pero yo quiero que todas comprendan que un atuendo puede realmente cambiar una vida”, solía decir. Fue venerado por mujeres icónicas, desde Naomi Campbell hasta Taylor Swift, de Heidi Klum a Shakira. En 2023, solo un año antes de su fallecimiento, nació su sexto hijo, a quien decidió llamar Giorgio, como su padre; una forma, quizás, de perpetuar su legado en este mundo. Y tal vez un modo de recordarnos que no importa cuántos años vivamos, si no cuánta vida inyectamos en los años que tenemos.

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Hugo(4878)19 de abril de 2024 - 09:06 p. m.
Ay, tuviste oportunidad de conocer al viejo c4c0rr0...que envidia...
Atenas(06773)16 de abril de 2024 - 08:03 p. m.
De ciertos tipos de vida q’ si bien no se envidian- la vanidad, los excesos, el lujo desmedido..- en estos tiempos del minimalismo, es respetable dejar pasar, dejar hacer. Atenas.
Martha(69929)16 de abril de 2024 - 01:13 p. m.
Interesante saber de temas que de otra manera no indagaria ,solo por su columna, chévere
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