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Vistiendo el futuro

Aldo Civico
23 de enero de 2024 - 02:05 a. m.

¿Cómo vestiremos en nuestros viajes entre los planetas Tierra y Marte? Elon Musk, con sus sueños de una humanidad interplanetaria, nos ha llevado a un punto de inflexión en la historia de la humanidad. El futuro, que antes se concebía como una serie de posibilidades y especulaciones, se está convirtiendo rápidamente en una realidad tangible. Las ideas que alguna vez pertenecieron exclusivamente al ámbito de la ciencia ficción están siendo incorporadas en nuestro presente, impulsadas por un avance tecnológico sin precedentes. En este contexto, la moda, ese espejo de los tiempos, no se queda atrás.

De hecho, en la moda contemporánea hemos tenido ejemplos de una tendencia futurista para proyectar un mañana lleno de esperanza y libertad, un futuro utópico y no distópico. Por ejemplo, en los años 60, tras el lanzamiento del Sputnik y en plena carrera espacial, el mundo de la moda se obsesionó con el espacio. Diseñadores como André Courrèges y Pierre Cardin definieron una era con minivestidos, botas altas futuristas y cascos inspirados en la exploración espacial.

Hoy esta influencia continúa. En 2021 Balenciaga incorporó trajes espaciales en su colección de otoño, reflejando no solo los logros de la NASA y Space X, sino también la esperanza y el optimismo inherentes a la exploración espacial. Esta nueva carrera espacial, con el objetivo de llegar a Marte, ha reavivado un interés en la moda que va más allá de lo terrenal. En otoño el director creativo de Rabanne, Julien Dossena, nos transportó a un planeta fantástico, donde emperatrices intergalácticas se fundían con diosas clásicas. Dossena nos recordó que el futurismo no es solo un estilo, sino una actitud.

Así, la moda futurista se convierte en un reflejo de nuestra era, un medio para explorar utopías y escapar de realidades sombrías. Los diseños y materiales utilizados, que aún se sienten frescos y relevantes, permiten a los diseñadores darle a este estilo su propio giro. Esto no solo demuestra la capacidad de la moda para adaptarse y evolucionar, sino también su poder para influir en cómo percibimos y nos preparamos para el futuro. La moda, al igual que la visión de Musk, no se trata de construir el futuro a partir del presente, sino de imaginar nuevas formas de vivir y nuevas realidades a partir de un acto creativo puro. Es un campo donde la ciencia ficción se encuentra con la realidad, donde los sueños de una civilización interplanetaria se traducen en tejidos y texturas.

La moda no solo viste nuestros cuerpos, sino también nuestros sueños y aspiraciones. En una era definida por la incertidumbre y el cambio rápido, nos ofrece una visión del futuro que es tanto una escapada como una inspiración. Al vestir el futuro, la moda nos invita a ser participantes activos en la creación de un mundo que aún está por descubrir, un mundo donde la utopía y la realidad se entrelazan en el lienzo de nuestras vidas cotidianas.

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Atenas(06773)23 de enero de 2024 - 03:58 p. m.
Estás en lo cierto, Aldo, de andar a tono con los inusitados adelantos de la humanidad en países desarrollados mediante tecnologías jamás pensadas; en tanto, por estos pagos, se nos va la vida entre bagatelas y entelequias q’ promueve nefasta ideología ya pasada de moda donde montaron los primeros laboratorios fallidos y entre silencios y desvergüenzas pasan los centenarios de la revolución y del descabellado líder q’ en tal locura los metió. Atenas.
Edgar(40706)23 de enero de 2024 - 03:13 p. m.
Lo comparto totalmente.
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