Puerto Inírida, la capital del Guainía, es un lugar tan majestuoso como relegado de la historia del país. Un rincón del que poco se habla. Allí los políticos no van a buscar votos, ni los gobiernos ni las escuelas lo tienen en sus planes y cartillas. Es un territorio casi virgen de los embates de la “modernidad” y el “desarrollo”, lo que ha permitido conservarlo como un auténtico santuario de selva, ríos y comunidades indígenas.
Lee este contenido exclusivo para suscriptores
Hojas sueltas
El Guainía, más allá del Mavicure
31 de marzo de 2023 - 02:05 a. m.