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Secar el río Teusacá

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Alfredo Molano Jimeno
21 de diciembre de 2020 - 03:00 a. m.

Diciembre es un tiempo de verano en Bogotá y sus municipios vecinos. Son días en que los capitalinos se calzan las gafas de sol y tiran a un rincón la sombrilla. Cuando era niño, eran los días perfectos para remontar el río Teusacá, saltando de piedra en piedra, chapoteando en sus hondos y persiguiendo truchas, que las había en esos días no tan lejanos. Ahora, los días veraniegos me traen la angustia de cuándo el agua se acabará. Y es que este año ha sido de intenso verano; si tuvimos tres semanas de lluvias en el segundo semestre fue mucho, y en La Calera, donde nace el agua de reserva para Bogotá, paradójicamente sus habitantes...

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Adriana(87955)21 de diciembre de 2020 - 06:36 p. m.
Hijo de tigre tiene que salir pintao: Aplausos y felicitaciones por la crítica. La Calera siempre ha sufrido sed porque la burocracia no tiene donde guardar la plata que se ganan a expesas de las riquezas naturales y el desconocimiento de las normas.
ANA(11609)21 de diciembre de 2020 - 05:04 p. m.
¿Qué entidad se hará cargo de esta denuncia? ¿Tendrán una respuesta inmediata y anularán las licencias que fueron otorgadas? Ya hemos visto la celeridad de las autoridades, cuando se trata de los grandes cacaos que construyen en los cerros o en sitios prohibidos.
ANA(11609)21 de diciembre de 2020 - 04:59 p. m.
Señor Molano Jimeno. La descripción que hace de la situación que viven en la Calera, es el resultado de las promesas electoreras. Siempre, los políticos prometen puentes donde no hay ríos y pavimentar los ríos que se atraviesen en los condominios de los ricos.
Alberto(3788)21 de diciembre de 2020 - 04:40 p. m.
Gravísima denuncia, actuación de Mafiosos y Delincuentes, Infames y delictivas actuaciones. Gracias, Alfredo Molano Jimeno.
Francisco(82596)21 de diciembre de 2020 - 01:33 p. m.
Hola, amigos. Son nuevos episodios de una clase social infame, avariciosa, sin escrúpulo moral alguno, con absoluta carencia de sentido social, que morirá presa de su obscena ambición. Como si al destruir el medio ambiente no se destruyeran también a sí mismos.
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