Recientemente tuve la oportunidad de conversar con un multimillonario. Además de su agilidad mental y claro instinto para los negocios (maneja un grupo empresarial que engloba 30 empresas que operan en más de 60 países), me impresionó su compasión por la pobreza y el dolor. Hablo de compasión como un concepto diferente a la empatía, pues la compasión abarca dos partes. Primero, la capacidad de sentir lo que el otro siente; y segundo, la decisión de actuar, de hacer algo al respecto.
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George Logothetis siente y hace. Su grupo empresarial, Libra Group, trabaja en tres frentes: negocios, labor social y compromiso público. Curiosamente, es enfático en aclarar que los frentes son todos independientes: por un lado, hace plata, y, por otro lado, hace benevolencia con la plata. Considera las actividades como dos mundos aparte, que operan con lógicas y principios diferentes. En el frente de los negocios, Libra Group trabaja en aviación, energía, transporte marítimo, bienes raíces y turismo. En el frente social, Libra Philantropies lidera 10 iniciativas incluyendo un programa de subvenciones (grants) para proyectos sociales, una ONG que apoya la salud mental de madres, y un programa de pasantías para transformar las vidas de jóvenes en condición de vulnerabilidad. En el frente del compromiso público, George participa en la junta directiva de varias ONG, incluida la iniciativa de apoyo a jóvenes negros que lidera Barack Obama. Libra Group también es el creador de Concordia, una ONG que conecta a líderes empresariales y líderes públicos para generar alianzas de impacto social y conversaciones sobre el rol del sector privado en generar no solo crecimiento económico, sino también bienestar social.
Durante nuestra conversación, George mencionó la contradicción de que a quienes tienen tanto, les importe tan poquito la pobreza y el dolor de los otros; mientras que a quienes tienen tan poquito, les importa mucho. Él está decidido a generar conversaciones y referentes que generen esa pregunta entre otros multimillonarios que conoce, y entre las personas en general. Mencionó que no siempre es fácil romper la burbuja de aislamiento y privilegio en el que viven muchas personas con dinero, pero que al menos, bien sea por dar ejemplo o por incomodar, ha logrado que otros grandes empresarios empiecen a hacer algunas cosas diferentes.
Libra está incursionando en Colombia. Hace unos meses anunciaron un mega proyecto de energía solar cerca de Santa Marta, en el cual están trabajando de la mano con la Confederación Indígena Tayrona para “garantizar efectos socioambientales positivos y duraderos”. El proyecto generará lo que hoy se llama “empleos verdes”, venderá energía limpia al sistema energético colombiano, y dedicará fondos para la preservación de tierras.
Esperemos que este proyecto cumpla con las expectativas, demostrando el atractivo de Colombia para atraer inversión para la transición energética justa. Quizás sea un ejemplo exitoso que pueda generar un referente para nuestro sector empresarial sobre cómo se puede hacer plata, pero también, hacer el bien. Transformar la lógica y la reputación del sector empresarial en Colombia es un paso importante para generar reconciliación, despolarización e inclusión social. Dividiendo y polarizando no llegaremos muy lejos.
