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Se acerca la Navidad, pero Jesús no aparece

Allison Benson Hernández
20 de diciembre de 2024 - 05:04 a. m.
Se acerca la Navidad, pero Jesús no aparece
Foto: Archivo Particular
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Me refiero a Jesús Armas. Uno de los 2.000 presos políticos que ha secuestrado el régimen de Nicolás Maduro desde las pasadas elecciones. Hace una semana, a la salida de un café en Caracas, seis hombres encapuchados se llevaron a Jesús en una camioneta Toyota sin placas. Este hecho es parte de una campaña intencional de Maduro para silenciar voces opositoras ahora que se acerca el 10 de enero, día en el que se posesionará como presidente, aunque todo el planeta sepa que él no ganó las elecciones.

No ganó las elecciones porque la mayoría de los venezolanos han dicho “no más”. No más al hambre, a la pobreza, a la violencia, a los sinsentidos (como celebrar la navidad en octubre).

Jesús es una de estas voces, que lleva casi 20 años diciendo no más. Su lucha como activista y defensor de los derechos humanos empezó cuando era un estudiante de ingeniería en la Universidad Católica Andrés Bello. Como muchos otros jóvenes, veía con preocupación el camino hacia el abismo que estaba tomando su país. Desde entonces, Jesús no ha parado un solo día. Ha sido concejal, candidato a la alcaldía de Caracas, estudiante de doctorado, y líder de la ONG Ciudadanía Sin Límites, a través de la cual se le hace seguimiento al acceso al agua en Caracas (porque, aunque no lo sepamos, en la capital venezolana, el agua es un privilegio, que llega a veces, y solo a algunos sectores).

Pese a múltiples amenazas a él, y a muchos compañeros y compañeras, Jesús siempre ha dicho “yo de Venezuela, no me voy”. Su esperanza y determinación por ver un cambio en su país no se apaga. Y los que hemos tenido el privilegio de conocerlo, sabemos que esta esperanza y determinación siguen encendidos acompañando a Jesús donde esté. Su familia lo ha buscado en todas las cárceles, pero no hay respuesta. Diosdado Cabello mencionó la semana pasada en una alocución televisiva, que tienen a Jesús, pero no han dado pruebas de vida.

Ante estas circunstancias, familia y amigos estamos moviendo cielo y tierra para lograr presión internacional por la liberación de Jesús. El caso ya fue discutido en el Senado de EE. UU., y reconocidas voces e instancias internacionales se han pronunciado: la OEA, Edmundo González, el Instituto McCain, las universidades de Stanford y de Bristol, el Instituto de Asuntos Económicos del Reino Unido, Amnistía Internacional. Sin embargo, estos pronunciamientos no siempre son suficientes.

Jesús, los otros 2.000 presos políticos de Venezuela y 29 millones de compatriotas esperan que la comunidad internacional haga más. Esperan que no nos quedemos callados este 10 de enero. Esperan que nuestros presidentes no asistan a una posesión presidencial fraudulenta y descarada. Esperan que no sigamos con nuestras vidas como si, en el país de al lado, no se estuviera viviendo una tragedia humana. Ojalá los líderes políticos tomaran acciones, y que este 10 de enero se pueda virar el rumbo de Venezuela.

Jesús, te esperamos y mantenemos la esperanza de celebrar la navidad (la que se celebra el 24 de diciembre) contigo.

PD: Si quieres apoyar la causa en redes o con contactos, usa el #DondeEstaJesus.

Conoce más
Olegario(51538)20 de diciembre de 2024 - 05:34 p. m.
Confiamos en que el retador y provocador presidente de los colombianos no le haga una nueva afrente al país, asistiendo a la posesión de un dictador que se robó las elecciones en el vecino país.
bernardo(19305)20 de diciembre de 2024 - 05:18 p. m.
Por el mismo camino por el que salieron Somoza, Hussein, Gadafi, Trujillo, Hitler y Mussolini, tendrá que salir esta pandilla de criminales que someten a Venezuela, Cuba y Nicaragua. Y el tibio Petro no dice nada.
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