
Presidente Gustavo Petro y candidato a la Presidencia de los Estados Unidos Donald Trump.
Foto: Archivo
Hay muchas explicaciones para el triunfo de Donald Trump, pero quizás la más evidente es que la élite que lo combatía, enceguecida de soberbia y odio, se enfocó superficialmente en descalificar la persona y no en entender el fenómeno que representaba. Un fenómeno que consistía más en ella, en sus debilidades y autocomplacencias, que en Trump. Trump solo las estaba ordeñando. Lo mismo puede estar haciendo Gustavo Petro.
Dice Daniel McCarthy en el New York Times “Trump vuelve a la Casa Blanca y, aunque esto no cambiará lo que la mayoría de los críticos piensan de él, debería obligarles a mirarse de cerca en el espejo. Han...
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