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¿Se desaprovechó la oportunidad de un gobierno reformista?

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Alvaro Forero Tascón
18 de marzo de 2024 - 02:05 a. m.
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“Reformista” le decía la izquierda europea, como insulto, a quienes favorecían políticas de cambio graduales. La izquierda tradicional ha tendido a desconfiar de Gustavo Petro por considerarlo pragmático en materia ideológica.

La historia va a evaluar si el proyecto político de Petro era reformista, buscando actualizar instituciones que están agotándose, como el sistema pensional, o revolucionario, tratando de destruir instituciones como el sistema de salud, como aseguran los opositores. Parece que la historia dirá que el proyecto reformista que planteó Petro al inicio del gobierno se malogró porque no consiguió pactar con el establecimiento político y económico que, aunque debilitado por la pérdida del poder por primera vez en 200 años, mantuvo mayorías en el Congreso, el control de los medios de comunicación, de los gremios y de los órganos de control y prevalencia en las cortes y la Fiscalía.

Al llegar al poder, Gustavo Petro planteó un gobierno dividido entre petristas y centristas, una política macroeconómica ortodoxa, una coalición partidista amplia y un discurso más moderado que el de sus épocas de opositor. Sacó adelante una reforma tributaria, un presupuesto que rebajaba el déficit fiscal y reducía la deuda pública, una reducción drástica de los subsidios a la gasolina y planteó una relación amistosa con Estados Unidos.

Para cumplir con su promesa de cambio, combinó las medidas anteriores con unas propuestas de reformas audaces a sistemas con graves problema de financiamiento y equidad, como el pensiones y el de salud. Quizás para evitar el hundimiento de reformas de salud tímidas en los gobiernos Santos y Duque, planteó una reforma muy ambiciosa. Aunque mantuvo la oferta de negociación sentándose a discutir la reforma con los jefes de los partidos, cosa que no hacían los gobiernos anteriores, que preferían negociar al menudeo con los congresistas, las negociaciones fracasaron porque los partidos defendieron duramente el sistema actual y rechazaron todo cambio de fondo. Lograron generar una gran preocupación en la gente, que en las encuestas respaldó el sistema. Los medios, que durante años no bajaron al sistema de “paseo de la muerte”, pasaron a calificarlo “uno de los mejores del mundo”. Una vez más las EPS demostraron su poder para preservar el control financiero del sistema, que es la base de su rentabilidad, pues están cerca de derrotar a otro gobierno más. Petro les ayudó con su aproximación maximalista, copiando el curso de Clinton, cuya reforma manejada por Hillary, hizo encallar su primer periodo, a diferencia de Obama, que sacó adelante una reforma más pragmática.

Gustavo Petro, cuyo mayor temor es hacer un gobierno inane como su antecesor, hundiendo a su líder y su partido, advirtió desde el balcón de la Casa de Nariño lo que implicaría bloquear las reformas. Finalmente, desistió de su curso moderado.

La pregunta es si la aversión del establecimiento a las reformas es mejor para el país que pactar con Petro unos cambios necesarios, porque este no se va a quedar de manos cruzadas. Prosperó en la confrontación y buscará continuar haciéndolo.

Queda una última oportunidad de pactar una reforma con una ponencia alternativa en la comisión séptima del Senado.

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Alvaro(18888)20 de marzo de 2024 - 03:32 p. m.
Sus argumentos, mas bien falacias, son absurdos. La reforma a la salud, por ejemplo, no despega porque el sistema, que según usted es malo porque no es bueno, la defienda. La reforma a la salud no ha cautivado porque no se fundamenta en buenos argumentos y un buen argumento se defiende solo. Es cierto que se requieren cambios, en eso acierta el gobierno, pero los cambios que este gobierno propone no solamente no van a mejorar las cosas sino que crearán más problemas.
Rocio(21165)19 de marzo de 2024 - 09:41 p. m.
Alvaro la frase de "pérdida de poder en 200 años" es lo que lleva a no cambiar. De acuerdo con sus preguntas y esperando que todos los involucrados se sienten a debatir para llegar a cambios que necesitamos. El pais avanza pero debemos desprendernos de tanta gente que ha manejado el Pais a su discreción.
Andres(11973)19 de marzo de 2024 - 12:06 p. m.
Petro es un guerrillero y solo busca destruir todo lo construido. Es vago, vícioso incompetente, incapaz y muy mal rodeado como para pensar que sea capaz de lograr algo más que emborracharse con sus discursos incendiarios y que buscan dividir y crear un moviendo que incendie el país. Es un bellaco.
Octavio(74052)19 de marzo de 2024 - 11:44 a. m.
Una pregunta muy sensata Alvaro. Pero puede más, en apariencia, el odio y el miedo inoculado por las élites que le tienen pánico a las Reformas. Temen perder algo de su opulencia y no quieren dejar que el País progrese. Pero la Historia no se detiene. Y sin Reformas necesarias y urgentes al Pueblo pocas salidas le quedan. A muchos quienes detentan el poder económico, político,mediático y social, pareciera que por miopía prefieren las Revoluciones a las Reformas.
JOSÉ(d6564)19 de marzo de 2024 - 10:29 a. m.
Parece que el problema no es que se requieran cambios o reformas sino las que propone este Gobierno. Por eso la oposición sigue con la idea del cambio pero no con la promovida por este Gobierno.
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