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25 Jul 2022 - 3:03 p. m.

Otros himnos

Recuerdo que alguna vez le dije a la gran cantaora de bullerengue Doña Etelvina Maldonado (q.e.p.d.) que su conmovedora canción “¿Por qué me pega?” debería ser el himno nacional de Colombia.

Doña Etelvina era una mujer negra y humilde (¿sinónimos?), habitante del barrio El Pozón, y en ese entonces se ganaba la vida lavando ropa ajena. Venía con frecuencia al Claustro de San Francisco, donde El Colegio del Cuerpo tenía su sede, a pedirnos limosna. Menuda y desdentada, era la imagen misma de la pobreza. Ya yo la había oído cantar este bullerengue en algún evento y me había conmovido hasta las lágrimas. Ella contaba que un día, en el patio de su casa, mientras lavaba ropa, escuchó el llanto de un niño a quien su madre estaba golpeando; este, en una especie de mantra/letanía, le preguntaba “…¿por qué me pega, mamá, por qué me pega, si yo a usted no le he hecho nada….” Así nacen los cantos populares: escenas cotidianas, en apariencia banales, que se transforman en la mente de un creador en algo sublime…trascendente, arquetípico…

¿Por qué me pega, Colombia…? ¿Por qué? ¿Por qué los colombianos nos tratamos como nos tratamos? Después de leer el informe de la Comisión de la Verdad… y de escuchar las confesiones de los cabecillas de las FARC y las de los militares del Batallón La Popa -entre muchos otros horrores- no podemos sino concluir y admitir otra verdad: que somos hijos de un país gravemente enfermo, abusado-abusador, víctima-victimario… el reino del Talión, la retaliación….la venganza.

Yo le decía a Doña Etelvina que nosotros no le dábamos limosna porque la respetábamos mucho y la considerábamos una artista de gran valía. Con frecuencia pudimos ofrecerle trabajo en algunas de nuestras coreografías. Su voz y su espíritu de oro estuvieron presentes en varias de nuestras obras. Afortunadamente, al final de su vida obtuvo un tardío reconocimiento a su enorme talento. Pudo grabar varios discos y su nombre quedó para siempre en los anales de nuestras tradiciones como una de las grandes compositoras-intérpretes del que quizás es el ritmo más bello de nuestro folclor: el bullerengue.

Hace pocos días conocí el video de la canción “Somos Inmarcesibles” de la agrupación tumaqueña Plu con Pla, esta sí una relectura explícita de nuestro retorcido y por momentos incomprensible himno nacional.

Tanto la factura cinematográfica como musical son extraordinarias y el mensaje, contundente, estremecedor. Los ríos del país “desde el Caribe hasta la Amazonia” convertidos en tumbas acuáticas. Comunidades ancestrales, indígenas y afrodescendientes, en las selvas y los territorios, abandonadas desde siempre a su suerte por un Estado indolente y cómplice de oprobios. Esta versión pacífica de nuestro himno complementa el Por qué me pega caribeño de Doña Ete.

La música de nuevo nos consuela e inspira. Felicitaciones sinceras a este colectivo de artistas liderados y acompañados por Paula Marcela Moreno/Manos Visibles, Iván Benavides, Rafael Palacios/Sankofa y el cineasta Johnny Hendrix, entre otros……

Inmarcesibles ¿inmarchitables?

¿Cesará por fin la horrible noche?

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