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Cuarenta años de incertidumbre

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Ana Cristina Restrepo Jiménez
16 de noviembre de 2025 - 05:00 a. m.
Cuarenta años de incertidumbre
Foto: Ana Cristina Restrepo Jiménez
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10 a.m. “¡Que pase al teléfono!”, exclama doña María Eugenia. “Es su niña”, le dice a la empleada doméstica, mientras le pasa la bocina.

-Má, ¿Cómo está?

-Hola, mija.

-Má, ¿me va a dejar ir a la Comuna 13?

-¡Oigan a esta!, ¿Cómo se le ocurre? ¿Se embobó? Como está eso por allá…

-Má, no me demoro, solo voy a llevar unos papeles.

-¡Por allá no me va! Estoy en el trabajo, uno no debe hablar por teléfono.

-Má, no voy sola, voy con Johncito y con Cristian.

-¡Bueno, vaya pues, no se me demora! ¡NO-SE-ME-DE-MO-RA!

Le echó la bendición al auricular, colgó y retomó la dentrodería como lo hacía todos los lunes, miércoles y viernes; pero ese día, 25 de octubre de 2002, no fue capaz de aplanchar. “Sentía como un cólico que no es cólico”.

Nadie volvió a saber nada de Cristian Castrillón, John Durango y Carol Vanesa Restrepo. Los llaman los “Tres de Foronda”, adolescentes para siempre.

Este año, Carol Vanesa hubiera cumplido cuarenta. Los cumplió para su mamá.

La última noche que durmieron bajo el mismo techo, ajeno –desplazadas por la Operación Orión–, la niña se puso una piyama que recibió de “regalo de quinces”, la misma que su madre no ha lavado durante veintitrés años. La mamá toma con sus manos la prenda de algodón, hunde su cara en ella, aprieta los párpados, aspira hondo. Extiende un brazo, me ofrece su tesoro y, con un gesto, me indica que huela. Carol Vanesa tenía diecisiete años cuando fue desaparecida, la misma edad que cumplía mi niña el día en que Margarita compartió conmigo esa intimidad.

En los días del holocausto del Palacio de Justicia y la avalancha de Armero, Carol Vanesa era una bebé, la tercera hija de su madre, dedicada a la crianza. Después nacerían tres hermanos más.

A las 5 a.m. del 31 de enero de 1985, Margarita sintió un desgarro, llegó al Hospital General con un sangrado abundante, las enfermeras advertían que era “un parto rayo”: “Carol parecía una peluchita, era muy peluda, con esas cejas negras. ¡Lo más hermoso de la vida!”.

Margarita Selene Restrepo es un símbolo, su cara está en muros y camisetas, los políticos se toman fotos a su lado, habla en público con la propiedad de los grandes oradores. Para la misa de conmemoración por los “Tres de Foronda” en La Escombrera, Margarita mandó a hacer unos botones metálicos con su imagen y la frase #LasCuchasTienenRazón. Al final del rito, dijo que, tal vez, los prendedores no alcanzarían para todos y entregó los primeros a los obreros de la búsqueda, aquellos excavan la tierra y la tamizan, expuestos al sol y al agua. Los muchachos de uniforme anaranjado se filaron con el pecho en alto como quien recibe una condecoración.

Con cada nuevo hallazgo, como tantos familiares de desaparecidos, Margarita revive “ese cólico que no es cólico”, el estado de suspensión del pulso, la respiración y el pensamiento que muchos llaman “incertidumbre”.

“Que el presidente de la República dé la orden de que cese el fuego”, suplicaba el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía.

“Mamá, si me escuchas, reza para que yo pueda caminar”, susurraba bajo el fango, Omaira Sánchez.

“¡Que acaben con todos esos guerrilleros de la Comuna 13!”, repetía doña María Eugenia.

Cuarenta años después, el fuego no cesa. Las verdades del Palacio, de Armero, de La Escombrera, permanecen enterradas. Colombia es una polifonía sin fin de rezos por amores desaparecidos.

Aquí, el olor de la prenda de una hija, viva, parece un milagro.

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MARIO BERRIO(jbw8b)17 de noviembre de 2025 - 05:23 p. m.
Petribestias: informa la prensa internacional que Verónica lleva vida de lujos en Estocolmo. No hay nada oculto bajo el sol: con Grippen hubo mejor cvy que con Rafale
Mar(60274)17 de noviembre de 2025 - 05:13 a. m.
Que casualidad, esas tres tragedias bajo presidentes paisas.
Mar(60274)17 de noviembre de 2025 - 05:12 a. m.
Que casualudad, esas tres tragedias bajo presidentes paisas
Oscar Lopez(36876)17 de noviembre de 2025 - 12:45 a. m.
Y mientras sigamos con resentidos y mentirosos eñ el gobierno así seguiremos por los siglos de los siglos. No más Petro ni Uribe.
Mario Giraldo(196)16 de noviembre de 2025 - 07:13 p. m.
Artículos como este buscan que se clarifiquen crímenes como los de la escombrera, Sin embargo pierde fuerza al discutir el combate del palacio, y la tragedia de armero que ninguna relación tienen con el tema. En lugar de darle luz al trabajo en la escombrera, produce una sensación de morbo sobre el dolor humano
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