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“[...] me ratifico como testigo en lo que viví [...] y mi experiencia junto al expresidente Uribe, quien siempre ha sido celoso de la verdad y la transparencia, ese es el mayor ejemplo que he recibido como ciudadano”, escribió en El Tiempo el representante a la Cámara Hernán Cadavid, del Centro Democrático (“Testimonio en el caso Uribe”, 17/07/2025). Su columna redunda en la defensa de un expresidente cuyo juicio fue transmitido en directo por múltiples plataformas.
Cadavid es libre de defender a quien quiera; sin embargo, si testifica en un juicio a favor de un imputado, ¿puede investigar a ese mismo ciudadano en otro proceso, en otra instancia, por cargos distintos?
En la Comisión Legal de Investigación y Acusación (CLIA) de la Cámara de Representantes (CR), con potestad sobre denuncias penales contra presidentes de la República, yacen (literalmente) dos investigaciones contra el expresidente Álvaro Uribe relacionadas con asesinatos en persona protegida. “Falsos positivos”.
En el despacho del conservador Wadith Manzur descansa en paz la denuncia de Raúl Carvajal (fallecido en 2021), quien solicitó investigar a Uribe y a su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por el crimen contra su hijo, el soldado Raúl Antonio Carvajal. El caso, que pasó por MinJusticia, fue asignado en 2014 a la Fiscalía Novena Especializada. Luego la Corte Suprema de Justicia (CSJ) lo remitió a la CLIA. ¡Hace once años!
En septiembre de 2023, un correo electrónico enviado a la CSJ dio a conocer una segunda denuncia de origen anónimo. La investigación del Expediente 6288 se le asignó a “Cadavid Márquez Hernán Darío”, miembro de la CLIA.
Este es un aparte del oficio, de febrero de 2025, firmado por el Secretario de la CLIA, Jairo Corzo, quien hace una salvedad: “corresponde al inventario encontrado por el suscrito, cuya fecha de posesión fue el 30 de agosto de 2022”:
El presidente de la CLIA es el encargado del reparto de las investigaciones. En la legislatura 2022-2023, fue el representante del Partido de la U, Wilmer Carrillo (con múltiples investigaciones en su contra); en 2023-2024, Wadith Manzur y, en 2024-2025, el liberal Leonardo Gallego. ¿Quién puso el “ratón a cuidar el queso”? ¿Continúa el caso en el despacho de Cadavid? ¿Quiénes avalan esta conducta?
Estas son las mesas directivas de la CLIA que sucedieron a la presidencia de Carrillo:
El “testigo estrella” de la defensa del expresidente Uribe ante la justicia ordinaria (cuyo fallo en primera instancia se espera este lunes) es su investigador en la CLIA.
Esta doble faceta merecería al menos una declaración de conflicto de interés por parte del abogado Cadavid, quien catapulta el cliché de la “Comisión de Absoluciones” a un nivel superior de atavismo. (Los códigos de Integridad de la CR, General Disciplinario y General del Proceso parecen un chiste flojo).
El Código de Integridad, versa: “No le doy trato preferencial a personas cercanas para favorecerlos en un proceso en igualdad de condiciones”.
Leer acá el Código de Integridad de la Cámara de Representantes-
¿Qué significa esto para las víctimas que reclaman procesos justos? ¿Qué cooperación judicial puede esperar la justicia argentina (que reconoció la querella de familias dolientes de “falsos positivos”) desde Colombia, al amparo del principio de Jurisdicción Universal?
Queda claro que, en el “celo de la verdad” y la “transparencia”, el alumno es digno de su maestro.
*Al momento de la entrega de esta columna, ni Cadavid ni Carrillo ni Manzur han respondido las preguntas que les envié a sus correos oficiales.
