La calavera de Josué

Los manglares son nodrizas. Sus aguas opacas son la placenta de un útero pródigo, sus pálpitos arrullan a miles de especies, las raíces de los mangles protegen a las crías de las corrientes y del viento, de los predadores acuáticos, aéreos y del pantano. El clérigo Cristóbal de Molina describió en sus crónicas de la Conquista: “[…] hay unas montañas que se llaman manglares, a la mar, terra toda de esteros y ciénagas”.

En el estero de San Antonio, en Buenaventura, las “montañas” de Isla Pájaro –rebautizada Isla Calavera– albergan el secreto de piangüeras, pescadores, navegantes en barcos de cabotaje y buscadoras: Yemanyá, Madre de todos los Orishas, es fértil en vida… y en muerte.

Desde el año 2000, las mamás del puerto saben que sus hijos se esfuman y que el aserto según el cual todos son “polizones de barcos de carga que jamás regresan” es un mito del que se valen los criminales para destruir vidas.

En abril de 2021, Josué Casierra Barbosa, mecánico de motos, desapareció en su natal Buenaventura. Ocho meses después, en una diligencia en Isla Pájaro, ordenada por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP recuperaron una calavera. En abril de 2024, un reporte forense de Medicina Legal confirmó que es el cráneo de Josué.

Durante la gestación, la madre se acaricia el vientre hasta detectar la redondez del cráneo, la cual determina la posición del bebé. La partera palpa la cabeza antes del alumbramiento. Besar al hijo en la frente es una forma de bendición del creyente y del pagano. La familia Casierra Barbosa acepta que el hallazgo mengua su angustia, pero su hijo no es solo un cráneo.

La calavera de Josué tiene un valor colectivo indiscutible: (1) demuestra los aprendizajes y la capacidad de acción de los organismos de búsqueda; (2) no hay “búsquedas imposibles”: si se pudo en la “montaña” del manglar, no habría por qué perder la esperanza en la montaña de basura de La Escombrera, en Medellín; (3) las buscadoras son el más poderoso agente social de cambio en las dos últimas décadas en Colombia, y (4) las medidas cautelares de la JEP deben ser extendidas en el tiempo y la geografía bonaverense: la construcción del muelle de cabotaje tendría un impacto en la búsqueda y el acceso a la verdad, como lo reitera Angie Fernández, directora de Equitas, centro forense integral experto en cuerpos de agua.

La UBPD calcula un universo provisional de 937 víctimas de desaparición forzada, solo en Buenaventura. Pero es un subregistro: la cifra aumenta en tanto avanza la investigación extrajudicial.

En la espera de su hijo, hace once días murió la señora Carmen Tulia, madre de Josué. El martes se realizará la entrega digna a la familia Casierra Barbosa en una ceremonia frente a la nodriza del Pacífico, pródiga en vida y muerte.

Nota del editor: esta columna fue removida inicialmente por petición de la columnista. También por petición de la columnista se vuelve a publicar de manera íntegra.