Colombia se ha convertido en un referente cultural que trasciende nuestras fronteras y el Hay Festival es un importante escenario para el conocimiento y el saber. Es maravilloso el esfuerzo que hace Cristina de la Fuente, su directora, y Amalia Pombo y todo su equipo de trabajo en la organización de este evento. Este es un festival para el alma, un festival de la cultura que trasciende la literatura y que pasa por todas las artes: la música, la poesía, el cine, las artes escénicas.
En el Hay pasan encuentros con grandes escritores que hablan de su obra o de temáticas de actualidad. Escritores como Leonardo Padura, quien describe su país natal en una forma políticamente correcta, o como Yuri Buenaventura, que nos entregó su vivencia de ser extranjero en Francia y lograr triunfar con perseverancia. O las historias de familias contadas por Héctor Abad, Fatima Bhutto, Hisham Matar, Renato Cisneros, con mucha sensibilidad a pesar de la complejidad de padres asesinados y de un padre asesino. Se encontraron los neurocirujanos para contarnos del cerebro como Henry Marsh. O James Rhodes, que logra salir de su trauma de abuso con la música y Bach y que en un concierto maravilloso compartió su sensibilidad por la música. O las vivencia de Szyszlo, pintor peruano que a los casi 90 años plasma en su libro lo que ha sido su vida y transitar por las artes plásticas, la cultura y la política en Perú. O los historiadores como Simon Sebag, con su libro sobre los Romanov, o la historia de Humboldt contada por Andrea Wulf. Es interminable, y la presencia de los escritores colombianos es gratificante y nos enorgullece.
Fue un maravilloso evento que llegó a diversos públicos en Cartagena, a los jóvenes, pero también a la periferia y a las pesetas poblaciones de la costa. Llevando alegría y conocimiento, siendo este un instrumento de encuentro, de convivencia pacífica como la que necesitamos en estos momentos en que todos queremos la paz y se han empezado a implementar los acuerdos. La cultura juega un papel importante en la convivencia y necesitamos mayor apoyo del sector público, pues hay que destacar en este caso la contribución de la empresa privada.
Colombia se ha convertido en un referente cultural que trasciende nuestras fronteras y el Hay Festival es un importante escenario para el conocimiento y el saber. Es maravilloso el esfuerzo que hace Cristina de la Fuente, su directora, y Amalia Pombo y todo su equipo de trabajo en la organización de este evento. Este es un festival para el alma, un festival de la cultura que trasciende la literatura y que pasa por todas las artes: la música, la poesía, el cine, las artes escénicas.
En el Hay pasan encuentros con grandes escritores que hablan de su obra o de temáticas de actualidad. Escritores como Leonardo Padura, quien describe su país natal en una forma políticamente correcta, o como Yuri Buenaventura, que nos entregó su vivencia de ser extranjero en Francia y lograr triunfar con perseverancia. O las historias de familias contadas por Héctor Abad, Fatima Bhutto, Hisham Matar, Renato Cisneros, con mucha sensibilidad a pesar de la complejidad de padres asesinados y de un padre asesino. Se encontraron los neurocirujanos para contarnos del cerebro como Henry Marsh. O James Rhodes, que logra salir de su trauma de abuso con la música y Bach y que en un concierto maravilloso compartió su sensibilidad por la música. O las vivencia de Szyszlo, pintor peruano que a los casi 90 años plasma en su libro lo que ha sido su vida y transitar por las artes plásticas, la cultura y la política en Perú. O los historiadores como Simon Sebag, con su libro sobre los Romanov, o la historia de Humboldt contada por Andrea Wulf. Es interminable, y la presencia de los escritores colombianos es gratificante y nos enorgullece.
Fue un maravilloso evento que llegó a diversos públicos en Cartagena, a los jóvenes, pero también a la periferia y a las pesetas poblaciones de la costa. Llevando alegría y conocimiento, siendo este un instrumento de encuentro, de convivencia pacífica como la que necesitamos en estos momentos en que todos queremos la paz y se han empezado a implementar los acuerdos. La cultura juega un papel importante en la convivencia y necesitamos mayor apoyo del sector público, pues hay que destacar en este caso la contribución de la empresa privada.