SI ALGUNAS DE LAS NOTICIAS RECI- entes han tenido a mujeres como protagonistas, como ha sido el caso de la demanda de Íngrid Betancourt contra el Estado colombiano...
SI ALGUNAS DE LAS NOTICIAS RECI- entes han tenido a mujeres como protagonistas, como ha sido el caso de la demanda de Íngrid Betancourt contra el Estado colombiano que muy claramente la aleja de la política y de nuestro país, los nombramientos del próximo gabinete hasta ahora hechos por el presidente electo escaso protagonismo les dan a las mujeres, pues de todas las designaciones sólo hay tres para ellas. La unidad y la igualdad que se predican parecen lejanas en este caso pues no hay que olvidar que en Colombia, como en el resto del mundo, más de la mitad de la población son mujeres.
Y es que si bien la mujer ha avanzado en su educación y cada vez más está mejor preparada para asumir funciones administrativas y políticas, la tradición ha sido la de su poca participación en la cosa pública; para combatir ese fenómeno bastante generalizado y excluyente se instituyó la ley de cuotas, que debería llevar un mayor número de mujeres a la administración. No solamente es obligación legal sino es que es importante contar en un gobierno con la visión femenina de la realidad.
El presidente electo, Juan Manuel Santos, ha tenido aciertos en nombrar personas calificadas en cada uno de los ministerios hasta ahora designados, pero valdría la pena insistir en otros ministerios para mujeres. Hasta ahora las designadas se han caracterizado por su importante desempeño en cada una de las posiciones, bien públicas o privadas, que han desempeñado, y están calificadas para ocupar esas posiciones por sus conocimientos en la materia: María Ángela Holguín en Relaciones Exteriores ha sido viceministra y embajadora; Beatriz Uribe como viceministra de Vivienda y directora de Camacol, y Sandra Bessudo por ser una defensora y promotora de proyectos medioambientales.
Aunque de lo que se trata es que sean los y las mejores personas quienes sean parte del gabinete para que este país pueda afrontar los desafíos que tiene por delante en términos de seguridad, de salud, de finanzas, de relaciones, etc., es importante tener la visión complementaria de lo femenino y de su consecuente forma de interpretar y afrontar los problemas y las soluciones de Colombia. Hay que dar un compás de espera pues aún faltan designaciones por hacerse pero este es definitivamente un llamado para crear conciencia sobre el hecho de que faltan mujeres en el gabinete y, en general, presencia femenina en lo público en todos los niveles.
