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Juan Carlos Osorio es un tipo diferente para el fútbol colombiano.
Un extraño en nuestras canchas. Es, además, un buen tipo, decente, honrado y trabajador. Su tarjeta de anotaciones está llena de cifras y estadísticas, de curvas y análisis, Un anormal en un mundo de mediocridad.
Osorio hizo su carrera fuera de Colombia. Haciendo la fila. Aprendiendo. Su preparación como entrenador físico y luego como técnico se dio en muchos campos y torneos, incluyendo la Premier League, con el Manchester City. Nada mal para un hombre que nunca disfrutó el verdadero placer de ser un buen profesional. Nada mal para un profesor que se hizo lejos del aplauso, de la grada, y más cerca del tablero.
En su paso por Millonarios, hace cuatro años, demostró su talento, carisma y sobre todo decencia, cuando a pesar de tener el apoyo de la mayoría de la hinchada y de haber hecho una gran campaña (en la cual los jugadores se le pararon en el último y decisivo juego), decidió marcharse por cuenta de las presiones de ciertos dueños-miembros de la junta directiva que nunca le perdonaron su honradez. Personajes que manejaban el club como una finca y lo trataron a él como un peón.
Todos sabemos su pecado. Ese es parte del silencio que Osorio se guarda en su maleta. Su viaje a Estados Unidos, su paso por la liga de ese país, y su regreso a Colombia, son síntomas de un cariño por una tierra que se merece verlo triunfar. Osorio es el técnico que yo quiero en mi equipo. Un técnico diferente a los demás.
Su campaña en el Caldas es buena y puede ser magnífica, a pesar de haber tenido uno que otro escollo al comienzo, de flaquear en la Copa y de que las voces de siempre se alzaron en su contra.
Por eso, y porque creo que su paso por nuestro fútbol es alentador, enriquecedor, y sobre todo porque plantea otro punto de vista en lo táctico, y estratégico, espero que Osorio lleve al Once a la final y gane. No por el Once, pues mi corazón hace años tiene firmado su amor con un solo equipo, sino porque creo que ese título le permitirá demostrar de qué está hecho. Es un paraíso en medio de este infierno, un técnico que nuestro fútbol necesita para rejuvenecer, para aportar, para crecer. Le haré fuerza a Osorio. Mi candidato, que le tocó retirarse de Millos porque por encima de todo, nunca renunció a su honradez.
