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Carta abierta a Lesly Mucutuy

Andrés Hoyos
26 de junio de 2024 - 05:05 a. m.
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Querida Lesly, no te conozco en persona, como casi nadie te conoce, pero vaya que he leído mucho sobre ti. No voy a repetir tu emblemática historia. Se puede leer en Relato de un milagro, un libro escrito por José Alejandro Castaño y Pacho Escobar, dos connotados periodistas, publicado a fines de 2023 y que narra lo que te pasó a ti y a tus tres hermanos uitoto en las espesas selvas del suroccidente colombiano.

Bien, pero logrado tu rescate empezaron nuevos e inesperados problemas. Ustedes pasaron desde entonces a estar bajo cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para el “restablecimiento de derechos”, al igual que otros miles de niños. Sí, estimada lectora, hace bien en frotarse los ojos pues son un montonón de niños y adolescentes. ¿Por qué tantísimos? Ahí está el detalle, o mejor los cientos de detalles que paralizan. Como de costumbre una cosa son las intenciones nominales del Estado y otra muy distinta las consecuencias de lo que hace.

Muy cierto sí es que los tiempos pasados fueron peores. Yo alcanzo a recordar cuando por las calles de Bogotá transitaban unas peligrosas galladas de lo que se conocía como “gamines”: niños maltratados, abusados y abandonados que preferían dormir en las calles, debajo de cartones y con la escasa compañía de un perro. Y cierto también es que, en los pueblos, los grupos armados reclutaban menores de formas todavía más agresivas y crueles que hoy.

Son, pues, decenas de miles los niños que dependen de lo que se llama “un proceso administrativo”, a años luz de implicar la relación afectiva que cualquier niño necesita. O sea que ya no hay galladas de gamines, aunque tampoco una familia efectiva por ninguna parte. ¿Por qué estos “defensores de familia”, según el nombre pomposo que les da el ICBF, no deciden más rápido sobre la vida de estas criaturas? Pues porque las ías están encima de ellos y eso no les permite proceder según el sentido común de lo que los niños necesitan: celeridad, paso a una nueva vida que solo de manera muy ocasional será peor que vivir aglomerados en un hogar de paso. Nadie duda de que existe el riesgo de que una decisión salga mal, pero es más marcado el riesgo de la inacción. Sin embargo, no es posible sancionar a un “defensor de familia” por inacción. Eso no está en las reglas.

Así, hoy eres víctima de un sistema perverso, de lo que yo llamaría las torpezas bienpensantes del Estado. Dice que quiere el bien para ti, que te protege y, sin embargo, lo que te ha estado haciendo, sobre todo a medida que pasa el tiempo, es daño. Sé que tenías un padrastro abusador, quien por fortuna va a pasar años en la cárcel, aunque también tienes dos abuelos maternos y al menos una tía. La custodia de los cuatro hermanos debería pasar a alguno de ellos, quizá con restricciones en lo que se refiere al manejo de los cuantiosos ingresos que podría generar tu fascinante historia.

En tu caso, el Estado debe decidir en un plazo de 18 meses. Ya van 12. En este año habrás visto quizás que algunos compañeros fueron entregados a sus familiares, otros dados en adopción, pese a que muchos más siguen allá. A ellos no les definen la situación, sino que los mueven de un lado para otro. Al final, crecen en el sistema, sin una red estable de relaciones afectivas. Cumplidos los 18 años se supone que un niño o niña sale del sistema del ICBF. Existen fundaciones y organizaciones que se ocupan de dar continuidad a los procesos, si bien son muchos los muchachos que se caen por las costuras. Un grupo grande pasa a tener una vida criminal. No, claro que no empezaron bien, pero vaya que semejante resultado es un desastre.

andreshoyos@elmalpensante.com

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LUIS(60292)27 de junio de 2024 - 05:49 p. m.
cerca del 50% de los hogares colombianos son disfuncionales, donde los hombres irresponsables abandonas a las compañeras y a sus hijos. Las madres, pobres y sin recursos ni oportunidades, deben afrontar la responsabilidad de educar, dar de comer, vestir y cuidar a sus hijos, en ambientes de total miseria. Esta es tal vez la principal causa de las diferencias socioeconómicas y delincuencia. Siendo el Estado y los gobiernos los principales responsables por la ausencia de programas y proyectos .
Nelson(23874)26 de junio de 2024 - 05:19 p. m.
Los niños sin padres respondientes, despojados de los derechos que pretenden restituirles, caen en el remolino de la incertidumbre, y día tras día, inmersos en el sistema y alejados de la adopción hecha con amor, ven cómo crecen las heridas en el alma. El hogar les llegará a algunos cuando las cicatrices sean imborrables y el dolor no pueda apaciguarse.
Atenas(06773)26 de junio de 2024 - 04:28 p. m.
Andrés, como desastre es todo lo q’ se cocina en las entidades del Estado, y vaya si son incompetentes, pues sólo les importa andar tras el culo del político de turno q’ les consiguió la chanfa, y peor en este pestilente gbno q’ es el súmmum de la debacle moral q’ atosiga al país. Volver luego de rato en USA conociendo el escenario tras las próximas elecciones, cómo permite tener a 1ª mano toda la podredumbre q’ este chambón presidente ha cultivado. Atenas.
  • Nelson(23874)26 de junio de 2024 - 05:15 p. m.
    Ja ja. Como si el mundo se hubiera inventado el 7 de agosto de 2022. Antes, era el mundo perfecto para los amigos de tipos como usted, cleptócratas de vocación, negacionistas del conflicto, opositores de ocasión. Ridiculez que llama a risa si no fuera por el dolor que antes nos causaron.
Alba(46837)26 de junio de 2024 - 03:47 p. m.
Falta la mitad de la columna. Toca variados temas pero todos quedan a medio tratar. ¿Cuál es su mensaje para Lesly?
José(9532)26 de junio de 2024 - 03:25 p. m.
Y cuál es la solución a tan eterno problema? Díganos las causas señor columnista?
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