En los primeros meses del gobierno de Petro no hubo una oposición merecedora de ese nombre, salvo por unas pequeñas minorías muy a la derecha y por el ejercicio bastante solitario de Sergio Fajardo y Jorge Enrique Robledo. Sin embargo, ahora parece que el propio presidente está empeñado en formar una oposición de centroizquierda a su gobierno. Vaya, por ejemplo, el regalo que le acaba de dar a Alejandro Gaviria botándolo. De ahí surge una narrativa poderosa: fíjense que yo traté de ayudar a controlar la explosión, ¡¡¡y el hombre me botó!!! De suyo resulta que Alejandro tiene claras discrepancias con el gobierno sobre proyectos...
Conoce más
