La elección hace casi dos años del primer gobierno de izquierda en la historia de Colombia no ha conducido a la implantación de nuevas y virtuosas instituciones progresistas o socialdemócratas, sino al caos de la improvisación perpetua. Y ahora lo que faltaba: Petro quiere echar a la basura la Constitución de 1991, tan exitosa en estos 33 años de trayectoria, tan llena de pesos y contrapesos que sirvió para que él saliera elegido en 2022. Dicho de otro modo, la semana pasada se pospuso la oportunidad de dar un viraje hacia la socialdemocracia, vaya uno a saber por cuánto tiempo. En el proceso, los grupos armados podrían hacer su agosto, como el que ya están haciendo el clan de Euclides Torres y otros colectivos corruptos.
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Una constituyente para salvar al ahogado
20 de marzo de 2024 - 02:05 a. m.